domingo, noviembre 22, 2009

Diario La Primera: EL PODER FACTICO REGIONAL EN EL CUSCO

La Batalla por el Cusco:


EL PODER FACTICO REGIONAL EN EL CUSCO

Jesús Manya Salas

Ha diferencia de los procesos electorales anteriores, la actual disputa regional y local por el Cusco, junto a las variables políticas y electorales que son ejercicios tradicionales en estas lides, tendrá un nuevo componente a su lado, un factor que no estuvo visible y abierto en las contiendas anteriores, pero que tiene grandes recursos y por tanto no puede ser subestimado; esta participación se estuvo preparando y organizando con mucha anticipación, el nuevo aparato tiene varias características co-mo el ser: un militante fundamentalista y guardián ideológico del modelo neoliberal; un inversionista económico que participa en la política a partir del costo beneficio de sus negocios en la región; abanderado y portaestandarte de la globalización asimétrica; pregonero y fiscal de la verdad mediática; en resumen el poder fáctico regional, brazo extendido de los grupos económicos nacionales y empleados del poder internacional ya está presente en los últimos años y se apresta a jugar a fondo.

En las anteriores elecciones invirtieron para aprender el negocio y entrenar, para el partido que empieza de verdad ahora. Esa derecha económica, ideológica, religiosa, política y orgánica, que antes se revestía de independencia, actuara de manera directa porque en este proceso electoral hay demasiado interés económico en juego. El Cusco es demasiado rebelde para el neoliberalismo y sus concesiones mineras e hídricas; resiste demasiado a la privatización del patrimonio y los recursos naturales; tiene mucha vocación descentralista y social para el gusto del centralismo. En consecuencia necesitan propinar una derrota electoral a todos los opositores sociales y políticos al modelo.

Este poder fáctico regional todavía desconocido y mimetizado en la lucha política, intervendrá y promoverá directamente a uno o cuando mucho dos candidatos funcionales al centro y el modelo, deshojan margaritas entre San Román y Valencia para sus propósitos. Lamentablemente mientras la derecha económica ha ordenado sus filas y recursos para conquistar el gobierno regional y local; los partidos y movimientos opositores al sistema, los siguen ignorando en la correlación de fuerzas que se viene configurando, sólo así se explica electoralmente hablando, el surgimiento de una proliferación y fragmentación de candidatos progresistas en las provincias y en la región, que divididos regalarán el Cusco a la derecha que a diferencia de antes tiene claro el norte de su unidad y sus negocios. Sin embargo todavía hay tiempo.

EL PODER ECONÓMICO
El Cusco con su crecimiento y desarrollo en los últimos se ha convertido en una enclave económica y empresarial de grupos: mineros, gasíferos, eléctricos, energéticos, turísticos, hoteleros, que se llevan la mayor parte de la riqueza generada en la región, al amparo del modelo y de las normas manejadas desde el poder central; estas prebendas son intereses que no están dispuestos a perderlos, con cualquier gobernante regional y local que cuestione y ponga en peligro sus “inversiones”. Asegurar los millones de dólares que se llevan, los obliga a invertir en la compra y venta de candidatos y partidos funcionales a sus inter-eses. Para asegurar este objetivo, han lotizado el Cusco electoralmente de acuerdo donde se encuentran situados sus intereses; los grupos mineros tienen a Espinar y Provincias Altas como su blanco, La Convención está en manos del poder gasífero; el Cusco y el Valle Sagrado para las enclaves y monopolios turísticos; a Canchis y Quispicanchi lo miran desde la electricidad y al Manu desde el negocio medio ambiental; todo esta focalizado y con tareas electorales concretas, la región es apetecible por el canon, para poner estos recursos como plataforma financiera de sus negocios. Negocios son negocios y las elecciones para ellos son negocios, sin dudas y murmuraciones.

EL FUNDAMENTALISMO RELIGIOSO
Otra fuerza que jugara su papel electoral, es la jerarquía conservadora de la iglesia, coincidentemente favorecida por el modelo económico, no es una casualidad la privatización hasta La Catedral para los intereses del Opus Dei. La base social se encuentra en los colegios del consorcio religioso, los grupos familiares y organismos de jóvenes y mujeres en las parroquias, todos ellos participaran directamente en la movilización política de la jerarquía, con una clara orientación sistémica a tono a la curia romana y del Cardenal fascista Cipriani, como lo hicieron en el actual debate de la pastilla del día siguiente. La iglesia ya salió de su neutralidad para apoyar al candidato del modelo, sino basta ver las páginas electrónicas del Opus Dei en el Perú, ocultas tras el nombre de Tradición, Familia y Libertad, que tienen en marcha una campaña contra los derechos de los pueblos amazónicos y andinos como el nuestro. Bajo el supuesto de la pureza religiosa le han declarado la batalla a la identidad del Cusco, para atacar su idioma el quechua, su representación simbólica la wifala, su visión solidaria y colectivista como civilización; campaña que por otro lado al que le hacen coro algunos intelectuales despistados en el tema.

El CUARTO PODER MEDIATICO
En el Cusco la mayoría de los medios de comunicación, tienen corazón y candidato propio, son parte de la inversión anticipada en la publicidad estatal, que vendrá con el “triunfo de sus candidatos” y el reparto de la torta. Quien se encuentra mejor posicionado en los medios del Cusco, paradójicamente en una región beligerante y opositora a García, es la prensa conservadora del Apra, que ha copado la mayoría de las radios y noticieros de la televisión, así como de los medios escritos, en este último caso de los tres diarios regionales dos son controlados por militantes de dicho partido; desde esos medios son los encargados de liquidar o neutralizar a los opositores políticos, sindicales, profesionales y sociales al modelo neoliberal y del régimen aprista; basta revisar la información de los principales conflictos en los últimos tiempos, Canchis y Espinar, donde cargan la tinta a la supuesta infiltración de políticos, chavistas, humalistas e izquierdistas, mientras minimizan las demandas; todo para justificar la mano autoritaria del gobierno y el fundamentalismo económico.

En la actualidad en el plano electoral la tarea es desprestigiar y menoscabar la presencia del nacionalismo y las fuerzas progresistas, ataque a sus partidos y posibles candidatos; campaña de ablandamiento a los contrincantes y levantamiento de candidatos funcionales a la derecha escudados en una supuesta “independencia” o de “exitosos técnicos”. Las elecciones regionales y municipales serán el escenario para observar con claridad, aquella orden de García “que no puede hacer ganar las elecciones directamente, pero si puede impedir que ganen los opositores al modelo”. Por su puesto existen también, los otros que juegan al doble cachete, que reciben con la mano derecha e izquierda, los que tocan el violín de acuerdo a los vientos. Son escasos los medios independientes y objetivos, que deben ser valorados y reconocidos.

LA FUERZA MILITAR
El militarismo en el Perú es uno de los males endémicos de la democracia, una de sus expresiones es el espíritu de casta y corporación que defiende sus intereses. Tal como los militares en sus diversos colores de tierra, aire, mar y policía, tienen sus hospitales, escuelas, clubes, universidades, urbanizaciones, seguros especiales, etc. tienen también sus colores y partidos políticos. El supuesto institucionalismo que pregonan los grandes mandos, es un atajo para encubrir posiciones, los generales y almirantes siempre han ordenado verticalmente sus opciones electorales con sus familiares y la burocracia del conglomerado militar. Sus votos alientan las tendencias autoritarias y reaccionarias, no resulta casual el colchón electoral del fujimorismo, que se nutre del poder fáctico del militarismo en su versión más corrupta.