sábado, diciembre 22, 2007

LA REFORMA DEL ESTADO EN EL CUSCO

JESUS MANYA SALAS

Uno de los grandes retos que tiene un proceso de maduración de la autonomía regional en la descentralización, es la construcción de un nuevo estado regional, que reemplace a las viejas estructuras obsoletas, ineficientes y muchas veces corruptas; construir región es una responsabilidad que no se la podemos atribuir al centralismo, es una tarea histórica del descentralismo, porque seguir gobernando con las viejas estructuras ya resultaría irracional e inexplicable en una gestión moderna, transparente que requieren los tiempos. Por esta razón es que la reforma del estado en las regiones, no puede pasar por una simple reestructuración o reorganización, requiere respuestas y soluciones que partiendo de los conceptos básicos de autonomía política, autonomía económica y suficiencia financiera, autonomía y eficiencia administrativa, junto a la autonomía y participación ciudadana y social, sean capaces de fundar una verdadera reforma del estado.

UN NUEVO ESTADO PARA EL DESARROLLO Y EL PROGRESO
La reforma del estado no puede ser una formulación administrativa u organizativa, los estados y sus estructuras se organizan para cumplir una misión y un objetivo, por cuya razón son perfectibles de acuerdo a la dinámica de cambios que exigen la realidad nacional, internacional y regional. El Cusco está en el marco de grandes mutaciones sociales, económicas, culturales y políticas, por consiguiente tiene que responder a los grandes proyectos que aspiran sus ciudadanos como tal, ubicar su rol en el contexto del macro sur, ser una plataforma para formular cambios nacionales y prepararse para las oportunidades que el mundo globalizado le brinda; no estar al corriente y como actores para estas circunstancias sería nefasto; por consiguiente la reforma del estado tiene que pasar por construir una HOJA DE RUTA DEL GOBIERNO concertada y consensuada por todos los actores, en cuyo marco la reformulación y actualización del PLAN DE DESARROLLO ESTRATEGICO resulta necesaria e imprescindible.

Diversas voces autorizadas de la sociedad y del mundo especializado señalan que el Cusco tiene sus mayores potencialidades en: la energía gascífera y eléctrica, en la minería que empieza a sentar plaza, en el turismo, la agricultura y el sector productivo, en cuyo concurso el sistema vial con todas sus modalidades son como las venas del cuerpo humano; todo lo cual debe apuntar a generar empleo digno y productivo, para mejorar la calidad del ciudadano en la salud, educación, vivienda, etc. Esa tendencia y prospectiva tiene que reflejarse en el nuevo estado regional. Se tiene que superar el carácter burocrático, superpuesto de servicios de la actual vieja estructura a la construcción de un estado emprendedor, generador de oportunidades, ágil, eficiente y transparente, participativo y desconcentrado; con sectores claramente señalados y objetivos precisos. Negar el derecho al cambio que requiere todo el pueblo por algunos privilegios individuales no resiste ningún debate; cerrar el cambio por triquiñuelas legalistas es una argucia conservadora, la legislación descentralista y regional está en construcción y es parte del desarrollo constitucional en marcha y debate, y finalmente las decisiones políticas son una de las fuentes del derecho.

LA ORGANIZACIÓN DEL NUEVO ESTADO REGIONAL
En la actualidad en las regiones existen cuatro estructuras estatales superpuestas; por un lado el gobierno regional, los ministerios nacionales por sector, los llamados “proyectos especiales” y finalmente los organismos no descentralizados de carácter nacional; este frondoso árbol sin embargo ha demostrado que no es eficiente, gasta más de lo que produce, tiene innumerables directorios y funcionarios de confianza, triplican funciones y finalmente tienen poco resultados. Esto tiene que cambiar radical y sustancialmente, las cosas no se resuelven con parches, se tiene que construir un NUEVO ORGANIGRAMA DEL ESTADO REGIONAL.

Este nuevo estado regional tiene que combinar cuatro principios organizativos: 1) construir una estructura promotora del desarrollo, 2) cumplir sus roles y funciones sociales, 3) tener órganos que permitan la eficiencia y transparencia en su funcionamiento y finalmente 4) los mecanismos del control y vigilancia ciudadana que tiene un estado participativo y democrático; esto supone y significa que necesitamos tener un Ministerio Regional o Gerencia Regional de la Educación, Salud y Vivienda, entre otros por la parte social; junto al Ministerio o Gerencia Regional de Energía y Minas, Turismo, Desarrollo Económico y Productivo, Desarrollo Agropecuario, Recursos Naturales y Medio Ambiente; Gerencia de Ciencia y Cultura, entre otros; todos los cuales deben ser potenciados desde una Gerencia de Planificación y Presupuesto; Infraestructura, Integración y Cooperación Internacional entre otros, los cuales deben tener un ente coordinador conformando un GABINETE REGIONAL O JUNTA DE GERENTES que deben cumplir una especie de CONSEJO DE MINISTROS REGIONALES a cuya cabeza debe estar el Gerente General con las funciones de un Primer Ministro Regional, pensando en políticas regionales y muy lejos de la actual producción burocrática. Todo esto con un Poder Ejecutivo encabezado por el Presidente Regional y un Poder Legislativo a cuya cabeza debe estar un Presidente del Consejo Regional; en un real equilibrio de poderes y cada quien con sus facultades y competencias; en esa relación fortalecer un CCR y Comité de Vigilancia y Control Ciudadano, que hagan real y viable la participación de la sociedad. Estando preparados así, podremos asumir todas las transferencias que debe hacer el centralismo en los próximos días, con lo cual optimizaremos recursos y capacidades.

Por otro lado tiene que existir la coherencia descentralista en la propia región hacia sus provincias, construyendo manconumidades de la región y las municipalidades, para atender las demandas de los pueblos que se encuentran más postergados que la ciudad; como también oficinas zonales o subregionales que atiendan y articulen la presencia del estado regional en dichos territorios; el viejo centralismo hace muchos años, cerró las puertas de las subregiones, ahora tenemos que caminar por la descentralización en nuestra propia realidad, sólo así podremos entender y comprender la complejidad del Cusco andino y amazónico que es una realidad y una identidad que debemos construir.

Los derechos laborales en el marco de un nuevo estado regional, no solo garantizan los derechos adquiridos, sino que debe desarrollarlos y ser incluyente a la actual diferenciación y exclusión que existe entre sectores del mismo aparato del estado; debe ser por otro lado un punto de partida para una Ley de la Administración Pública, que defienda y promocione a los funcionarios de carrera sobre la base del mérito y la especialización.

CONSTRUIR EL NUEVO LIDERAZGO REGIONAL
El compromiso de UPP y Hugo Gonzáles junto a la propuesta de enfrentar al neoliberalismo programática y políticamente, fue construir una alternativa regional y descentralista; la reforma del estado es una prueba de fuego y un reto que tiene que resolver; a un año de gestión es evidente que es imposible enfrentar exitosamente al centralismo y su viejo estado nacional y regional, teniendo un andamiaje y un aparato obsoleto como el que existe actualmente. Los cambios y la reforma del estado es una demanda y un reclamo de las grandes mayorías.

Un nuevo estado regional requiere un esfuerzo colectivo del mundo de la política, de la sociedad, de la cultura, entre otros; requiere que el ACUERDO REGIONAL DEL CUSCO, que tiene aún sus pasos iniciales trabaje y desarrolle POLITICAS REGIONALES con una visión de conjunto y con propuestas concretas por sectores. En este marco debe constituirse también el Consejo Regional de Planeamiento y Concertación, junto con una Oficina de Fomento a la Inversión Privada, capaz de hacer viable los macro-proyectos que levanta la región. Si luchamos por un Gaseoducto Macro-Regional, requerimos técnicos competentes y ministros regionales con capacidad y convocatoria, del mismo modo una Política de Estado para el Turismo, tiene que calificar la participación de los empresarios, de la sociedad civil, mirando en grande al Cusco, diversificando los productos turísticos, mejorando la calidad de los servicios, pero sobre todo, haciendo una buena redistribución al conjunto de la sociedad de los ingresos del patrimonio que corresponde a todos sin discriminación alguna.

En los albores del siglo pasado El Cusco tuvo una de las primeras olas de su industrialización; en los cincuenta llego la segunda ola, obligado por las consecuencias del terremoto, que obligó a construir de nuevo todo; ahora nuestra generación tiene la oportunidad de jugar un rol fundacional para dar paso firme a la tercera ola del desarrollo; las oportunidades están planteadas nacional e internacionalmente, financiera, social y culturalmente; pese a las trabas y candados del centralismo, demostremos que desde la cuna de la civilización andina y amazónica si es posible avanzar en la escalera del progreso.

domingo, octubre 28, 2007

PROXIMA PUBLICACION: EL CHE GUEVARA Y EL CUSCO

El jóven Ernesto Guevara emprendió en dos grandes ocasiones giras por diversos países del continente, entre ellas por el Perú y particularmente por el Cusco, del cual escribiria varios articulos y comentarios, acerca del portento de la cultura andina, de sus hombres y sus grandes construcciones.

Hace más de veinte años atrás, tuve la ocasión de conocer una de ellas acerca de la mítica ciudad de Machupicchu, estaba impresa en una Revista Cubana, los avatares del cambio domiciliario, lamentablemente hicieron que se extraviara; desde entonces rondó por mi curiosidad, volver a econtrarla, en dicha tarea logre luego de algunas lecturas de especialistas y de un seguimiento y otras búsquedas, encontrar el artículo y otros nuevos acerca de las dos grandes giras del mítico Guevara, en el que aborda su paso por los pueblos y naciones.

Con ocasión de los 40 años de su sensible desaparición en Bolivia, pongo a disposición del pueblo y en especial de los jóvenes, esta breve recopilación de sus artículos y comentarios acerca del Cusco, pluma que demuestra que su talento reflexivo ya se perfilaban desde entonces.

Octubre del 2007.

miércoles, septiembre 26, 2007

Los otros textículos de Jesús


AUTOVALUO
El alcalde ordenó a los empleados, ayudar al mendigo, que hacía una larga cola en la ventanilla municipal, para el pago del impuesto predial. Grande fue la sorpresa al constatar que pagaba por tres casas en el centro histórico, por montos muy altos que otros ni soñaban.

ASPIRANTE
Cada vez que aspiraba la bolsa, su cerebro explotaba en el vacío, sin recordar ni el olor del terokal y mucho menos las razones de su adicta perdición.

CHINO DE RISA
Viajar de Sudamérica a Tokio a cortar: piernas, brazos, columnas, troncos, para el horno; no le hacía mucha gracia. Trabajo es trabajo se dijo, al repetir sus labores de carnicero, esta vez descuartizaba a unos “chinitos” para el crematorio.

DIALOGO
El dirigente presentó a los comuneros al cooperante que saludó: guten tag y contestaron: allin taq.

EL NUEVO CURSO
Los funcionarios llegaron en el hidroavión a Camanti, a inaugurar una escuela; luego de una noche de jarana a la mañana siguiente descubrieron que el aparato estaba varado en un lejano arenal; el río había cambiado de curso.

PENAS
En el Palacio Municipal penan las almas, informó el portero al nuevo alcalde. Cojudezas respondió la autoridad. Esa noche luego de una intensa jornada, al salir de la oficina tropezó con un cajón y rodó por la escalera rompiendo su pierna derecha y varias costillas. Luego del accidente nunca más perjuró de los muertos, pero lo que no supo es que el cajón del muerto, fue un olvido del personal de limpieza, que había trasladado al occiso transitoriamente del Salón Consistorial.

LOCURAS

Debo llegar a Larco Herrera antes de las seis de la tarde, dijo el pasajero al subir al taxi; sorprendido el chofer encaminó veloz el carro a la casa de los enfermos mentales. No puedo perder mi consulta murmuró preocupado con la lentitud del vehículo. Mejor acelero pensó el chofer, antes que arranque su ataque de locura, verificando en el trayecto la varilla de fierro por si había que defenderse.

Antes de la puerta de emergencia, súbitamente con una sonrisa sospechosa, señaló que doblara por la calle derecha; al girar no encontraron ninguna puerta, porque lo que existía era un muro largo y alto con torreones de vigilancia. Estaciona dijo, cancelando el servicio algo enojado, carajo piensas que estoy loco e ingreso violentamente a una reja metálica, que pertenecía a un Centro de Altos Estudios Políticos.

PLUSVALÍA
Como el reumatismo le impedía seguir lavando los pantalones del marido; reclamó contratar una empleada de reemplazo. El muy molesto, contestó, que sus ideales trotskistas no le permitían arrancar plusvalía a la doméstica, que mejor curara su mano.

MADRUGADA
Considerando que estaba en la casa de la amante, reclamó su casaca por la tardanza. Despertando con el grito de su mujer, con tamaña confusión.

PALIZA
Era él quien venía con la cara rasguñada una y otra semana; hasta que en una borrachera, recibió el entrenamiento de sus amigos para llevar la iniciativa. A la semana regresó peor, con el brazo y la pierna enyesada, luego de fallar el primer lapo de entonces.

CUALQUIERA
Regresó a casa por un olvido y encontró a su mujer en el regazo de un amante. En plena bronca ingresó la suegra y le gritó que bastaba tanto escándalo, por lo menos el hombre era un ingeniero y no un don nadie como él.

domingo, agosto 19, 2007

La batalla por el Cusco: LA ENCRUCIJADA REGIONAL



El proceso descentralista y la construcción de los espacios regionales, fueron arrancados y conquistados en grandes jornadas regionales, producto de una pulsación social y política frente al centralismo nacional y sus focos regionales; no fue un regalo o el mandato “civilizado” de un gobernante. Por esta razón la descentralización es un escenario en disputa que tiene marchas y contramarchas, avances y retrocesos, propias de una confrontación de iniciativas y correlación de fuerzas regionales y nacionales. Como parte de un proceso en construcción, tiene sus errores, vacíos y búsqueda de alternativas, cuyas lecciones son parte de una experiencia valiosa. Es en esta dimensión estratégica es que debemos entender el proceso descentralista en el Cusco.

La Región del Cusco, entendida como el conjunto de la sociedad: política, económica, social y cultural, se encuentra en una ECRUCIJADA, en un punto de quiebre, cuyo desenlace por un lado puede ser volver a caer en la tentación de: LA OPORTUNIDAD PERDIDA, con la prolongación de un modelo regional en crisis heredada del gobierno de Cuaresma, cuyas consecuencias serían funestas. La otra alternativa es avanzar hacia un PUNTO DE INFLEXIÓN para el relanzamiento y desarrollo de un PROYECTO REGIONAL ALTERNATIVO, democrático, integrador, participativo, moderno y transparente, que garantice una GOBERNABILIDAD REGIONAL Y UN BUEN GOBIERNO, como parte de la reconstrucción y renovación democrática del país.

Las principales características y herencias del modelo regional de la anterior gestión es: la réplica de un modelo económico nacional en las regiones, que propician el crecimiento de enclave y fomentan la exclusión, adornado de un tinte populista. Un régimen político autoritario y patriarcal propias del gamonalismo político. Funcional al centralismo en su gradualismo y dependencia. Fuertemente localista cobijado en la ficción departamentalista. Creciente pérdida de identidad y personalidad cultural propias de proyectos enajenados. Gestión corrupta, ineficiente y burocrático. Y todo en el marco del agotamiento de un sistema político tradicional que enfrenta y anuló el surgimiento de una nueva realidad política de liderazgo regional.

LOS FACTORES Y ACTORES DE LA ENCRUCIJADA

Cuando el Presidente García señaló en el mensaje de Fiestas Patrias, que las regiones y en particular los gobiernos regionales, empezarían asumir las principales responsabilidades de la inversión y de gestión; lo que hacía era eludir las responsabilidades nacionales y tomaba una decisión política que tendrá graves consecuencias políticas, porque las regiones se convertirán en el escenario principal de la confrontación política, económica, cultural e ideológica.

El Cusco en los últimos tiempos no es ajeno a esta tendencia, porque se vienen configuran una peligrosa contradicción y correlación de fuerza; por un lado las fuerzas conservadoras y reaccionarias que han empezado a organizarse política, ideológica y en movilización; primero apuntando a desestabilizar a las instituciones regionales y municipales para enfrentarlas internamente; dividir a las organizaciones sociales con estructuras fantasmas; convocar a supuestas movilizaciones cívicas para dirigirlas a las organizaciones regionales y locales, tapando la responsabilidad nacional; so pretexto del fantasma del “caos y el desorden” vienen reivindicando y justificando el autoritarismo e invocando el modelo dictatorial. Esta correlación en el caso regional la vienen encabezando diversas fuerzas que tienen un hilo común, su pasado y compromiso con la estructura mafiosa del fujimorismo. Siembran diversas cortinas de humo para tapar y eludir la responsabilidad corrupta de sus gestiones en las diversas instituciones regionales y por otro lado reivindican la vuelta al pasado; para destruir el proceso descentralista, desmontar el desarrollo democrático, pero sobre todo buscando una derrota política y programática de las fuerzas progresistas; comprendiendo la integralidad del proceso, este ensayo es una aproximación a la disputa actual de la coyuntura política y programática en la región:

1.- EL MODELO ECONOMICO NEOLIBERAL EN LA REGIÓN

Existen en los políticos y especialistas económicos la tendencia, de sostener la viabilidad del modelo económico neloliberal como una abstracción de carácter nacional, dejando de lado el grave impacto que tiene en las regiones. Sin embargo la realidad es distinta, pues es en las regiones y localidades donde el modelo de enclave primario exportador, privatización monopólica de servicios y exclusión, es aplicado y materializado con los graves efectos sociales en curso.

El aparato económico y patrimonio empresarial regional de carácter estratégico, que podía servir como una Plataforma Económica y Productiva de Desarrollo; se encuentran privatizado, concesionado y fragmentado, en modelos de enclave y no como partes de un proceso económico integrador. Tintaya, Cachimayo, Enafer, Enturin, Camisea, sistema eléctrico, denuncios mineros; fueron entregados, regalados y destruidos por el gobierno fujimorista y sus autoridades regionales de entonces; no contentos con eso ahora existe el peligro de privatizar el aeropuerto, Electro Sur, Egemsa, Seda, etc. desde Lima. En consecuencia la traba principal y por tanto el responsable principal del atraso regional es el modelo neoliberal de carácter nacional y regional.

En esa misma tendencia, la negativa de parte del gobierno de Toledo y ahora de García de construir un ducto a la región, expresan la determinación de los grupos de poder de entregar estos recursos energéticos para la exportación y no como una plataforma energética para una nueva fase de industrialización productiva del Cusco a que tenemos derecho. El abandono y por tanto la prolongación de la crisis del agro es otra de las características de la política excluyente del neoliberalismo. La “sierra exportadora” es una propaganda sofisticada que oculta una gran realidad, sacrificar la agricultura de los andes en desmedro de algunas enclaves de la costa; así García pretende favorecer a los grandes inversionistas de la Leche Gloria con la segunda etapa de la irrigación de Majes en Arequipa, mientras se pretende secar las oportunidades del campo de provincias altas del Cusco.

El turismo como factor económico es manejada monopólicamente por: Lan Perú, Perú Rail y cuatro grandes agencias de turismo; por cuya razón la riqueza que genera no llega al conjunto de la sociedad. No obstante que el patrimonio cultural corresponde en propiedad a todos los peruanos y cusqueños; la actividad se encuentra absolutamente focalizada o en enclave para favorecer a un pequeño sector privilegiado; si algo beneficia es a pequeños sectores tercerizados a quienes les gotea o chorrea algunos centavos. Curiosamente desde este sector el turismo monopólico, estos grupos centralistas ligados a los oligopolios turísticos, se vienen configurando como el centro del poder fáctico que pretende encabezar y movilizar a la organización de las fuerzas reaccionarias.

El Gobierno de Cuaresma lejos de cuestionar el modelo nacional y regional y buscar nuevas rutas de desarrollo regional, fue absolutamente funcional a la política del MEF, como parte de la alianza FIM-PP del Gobierno de Alejandro Toledo; maquillando su silencio con una agresiva política populista de inversiones en infraestructura menor e improductiva con un claro fin reeleccionista, que fracasó en todos sus términos. El Gobierno de Cuaresma perdió la oportunidad de liderar una nueva propuesta de desarrollo regional; desarmando así cualquier iniciativa de las fuerzas productivas regionales.

Así por ejemplo los sectores “empresariales” y sus diversos gremios, lejos de defender sus intereses y la potencialidad del mercado regional, desde la época del fujimorismo, navegan en el coro del proceso privatista. Nunca pudieron levantar una propuesta económica sustentable y sostenible en la región a diferencia de los grandes emprendedores del siglo pasado que fueron los artífices de la primera y segunda oleada industrialista del Cusco. En la actualidad, contentos con su rol secundario en la economía, tienen escaso compromiso con el proceso descentralista y la construcción regional.

Las fuerzas sociales y profesionales en distinta dimensión, tampoco tienen una alternativa económica, salvo sus propuestas sectoriales y gremiales, aunque se debe reconocer que corresponde a este bloque haber encabezado un protagonismo en la lucha descentralista y por demandas como el Canon, la defensa de empresas que pretendían ser privatizadas.

No obstante la complejidad del proceso económico anteriormente señalado; como resultado de una coyuntura especial en el mercado internacional, con el “boom” minero y energético, el Cusco tiene en la actualidad UNA PLATAFORMA FINANCIERA IMPORTANTE proveniente del canon y las regalías; recursos económicos que hacen posible UNA NUEVA OPORTUNIDAD PARA EL DESARROLLO.

En este contexto económico el ascenso político al Gobierno Regional por parte de Hugo Gonzáles a la cabeza de UPP, generó grandes expectativas por su discurso y logró resultados electorales que marcan un momento inigualable en oportunidad y perspectiva, para superar definitivamente la experiencia populista y funcional al neoliberalismo de Cuaresma su antecesor. Tiene la posibilidad en el terreno económico de CONSTRUIR Y DINAMIZAR UN MERCADO Y FUERZAS PRODUCTIVAS REGIONALES SOSTENIBLE Y SUTENTABLEMENTE; basado en la plataforma financiera existente; en el soporte minero y energético; en la incorporación del turismo como palanca de desarrollo; desde cuya bases incluir e incorporar a la dinámica económica a la agricultura basada en la producción y tecnología andina.

Sin embargo es necesario señalar que en materia económica, el fundamentalismo del gobierno central respecto al modelo es vertical y dogmático. Amparados en “el rol de estado subsidiario” que preconiza la Constitución Fujimorista, vienen paralizando cualquier iniciativa regional en materia de inversiones productivas y energéticas empresariales. Las políticas de empréstito internacional, pasan por la supervisión del MEF; el SNIP es un candado centralista que prolonga o veta proyectos de inversión social por la supuesta falta de “viabilidad y retorno”. El “shock de inversiones” es parte de una propaganda para acusar a los gobiernos regionales de poco capacitados para la inversión y elaboración de proyectos; sobre cuya base crear condiciones, para el retorno del centralismo con el monitoreo desde el MEF en la aplicación del modelo en cuestión. En romper todas esas y otras trabas radica el reto de las regiones y sus gobiernos, para buscar y construir un modelo de desarrollo regional.

La aplicación del Presupuesto Participativo es un instrumento de gestión que expone una adecuada radiografía democrática de un gobierno regional y municipal. Pese a muchas dificultades e incomprensiones en su aplicación, la tendencia progresiva es cada vez mejor; de una abstención o incluso traba en trasladar las decisiones a la población del tema económico, se viene consolidando el proceso participativo; es evidente que un buen gobernante, traslada a su población las decisiones fundamentales de inversión, para que los defina el proceso participativo. Un buen gobernante, sintoniza y compatibiliza con su población en la formulación de sus propuestas fundamentales y prioritarias; así lo demuestra la experiencia de gobiernos locales como el de San Sebastián, en donde el 100 % de los Gastos de Inversión fueron aprobados en el proceso participativo, sin que ello haya significado una dispersión y populismo como desconfían algunas autoridades y funcionarios en sus distritos.

2.- EL PRESIDENCIALISMO PATRIARCAL

Las regiones han replicado y superado con creces las viejas deformaciones y lacras de los modelos autoritarios del centralismo; el gobierno de Cuaresma fue un régimen político, que basó su gestión, en la concentración personal de todo el poder en sus manos; rodeado de algunos funcionarios convocados con incoherencia política y programática que recogió en el camino, por la falta de un partido por cuanto el FIM era una simple agencia de empleo.

Como pequeño cacique, Cuaresma desconoció y provocó a sus propios Consejeros Regionales, grupo de representantes en su mayoría captados por clientelismo político, mientras marginaba a la minoría opositora en sus funciones fiscalizadoras. En cuanto al CC.RR. este organismo de un inicial desconocimiento de sus funciones, luego de un lento aprendizaje y maduración constituyó un Bloque Social con puntos comunes y dialogados, que en muchas ocasiones hicieron retroceder al régimen.

El presidencialismo es un caldo de cultivo para el populismo patriarcal, el individuo considera que los bienes del estado son de su propiedad y entonces empieza a regalar de manera dispersa y fragmentada la inversión; Cuaresma pensó que sembrando cemento podía conquistar su reelección, pero el pueblo recibió los “regalos” y voto por otro.

El gran reto de la nueva gestión es superar la herencia caciquista y construir un régimen democrático y participativo; este es un proceso de transición muy complicado y contradictorio. Se necesita una gran voluntad política, para romper los círculos políticos, personales y burocráticos, que alientan el presidencialismo, porque este viejo modelo permite la construcción de fracciones y grupos de poder, que terminan presionando o secuestrando decisiones para sus fines e intereses.

Es muy común encontrar gobiernos atravesados en disputa de grupos, que distancian un trabajo común entre: la presidencia, su ejecutivo, el Consejo Regional y el CC.RR.; promoviendo falsas disputas entre las “decisiones políticas” y las “decisiones técnicas”, que paralizan el trabajo planificado y colectivo, que debiera tener un buen gobierno, que potencie el aporte de cada de uno de los sectores. La fortaleza de un Ejecutivo radica en su inmensa capacidad en dirigir la orquesta con el Consejo Regional y el CCRR; marginar a cualquiera de las instancias en las decisiones de gobierno es funesto y un síntoma de debilidad.

El fortalecimiento y ampliación de la participación ciudadana es una tendencia irreversible, un buen gobernante tiene que marchar a la velocidad y sintonía de las pulsaciones y voluntad política de las fuerzas sociales que garantizan el proceso. Es el pulso entre la legitimidad del gobernante y el pueblo.

La conducta del gobierno nacional en la esfera del régimen político es de franco estancamiento, por la conducta corporativa del régimen y la política presidencialista de García. La espada del DL 982 que sancionan y penalizan a los gobernantes regionales y locales, que asuman una defensa popular, expresa nítidamente el carácter autoritario del presidencialismo nacional.

3.- GRADUALISMO O DESCENTRALISMO PROGRESIVO

El gradualismo es un freno para el avance de la descentralización y desconcentración del poder, el poder central es el principal escollo y responsable de la escasa voluntad de avanzar en temas de transferir funciones y competencias a los gobiernos regionales y municipales. Existe un retraso en la reforma del poder ejecutivo que sigue concentrando el poder en los principales temas de la gestión pública, superponiendo funciones entre las diversas instancias nacionales, regionales y locales. El poder legislativo tampoco se encuentra comprometido con los cambios; el Congreso Nacional no expresa la realidad regional y local en cuanto a funciones legislativas y de fiscalización.

Por otro lado lejos de un fortalecimiento regional se ha pretendido enfrentar con una promoción interesada de un “municipalismo”, Toledo antes y ahora García tienen el claro norte político de desarmar la iniciativa regional que no se encuentran en manos políticas de sus partidarios. Por ejemplo con la tesis de “municipalizar la educación” desconociendo el rol de las regiones, demuestran improvisación y busca enfrentar responsabilidades a fin de evadir una verdadera Reforma Educativa. La liquidación del CND por parte del APRA, a partir de críticas justas provenientes de los gobiernos regionales, para ponerlas por debajo de la PCM, es un claro intento de fragmentar y subordinar la iniciativa y política nacional de las regiones; es más fácil enfrentar o cobijar por separado a los gobiernos regionales que aceptarlos como una contraparte dialogante del poder.

La constitución de la Asamblea Nacional de los Gobiernos Regionales es un paso importante y una respuesta adecuada desde las regiones, pero esta tiene una función coordinadora sin llegar a ser una institución de contrapartida como era el CND con funciones de relación y como parte de una estructura. Pero ese es un proceso que se irá construyendo a medida que maduren los gobiernos. La intervención de ese organismo en el conflicto magisterial como puente de interlocución o la respuesta frente al DL 982 afirman dicha tendencia positiva.

García y su gobierno saben que la hola de descontento y protesta regional, se han situado nuevamente en los espacios regionales como los focos principales de la disputa política y económica, ante el cual el gobierno ha esgrimido la represión y la demagogia, sin resolver los problemas de fondo. Por un lado maniata a los gobiernos regionales y por otro les sopla la pluma de todas las inversiones como ha planteado en el último mensaje presidencial.

Un Gobierno Regional sólido política, programática y con un liderazgo presidencial claro, es la mejor opción para la iniciativa y agenda política nacional.

4.- AUTARQUÍA DEPARTAMENTAL O INTEGRACIÓN REGIONAL.

La ficción política de los departamentos persiste, las actuales regiones sin perspectiva económica y territorial subsiste; el fracaso de la consulta de la integración ha echado más leña al localismo. Esta claro que en el caso del Cusco, la voluntad integradora apunta a una alianza estratégica mayor, persistir en una integración del espacio sur-este como fue la apuesta de Cuaresma, está destinado al fracaso.

La integración verdadera es un proceso a construir, partiendo desde una perspectiva económica, territorial, cultural, emergente y emprendedora, nadie quiera una “unidad de pobres y pequeños”. La construcción del Macro Sur, teniendo por trípode el rol del Cusco, Arequipa y Puno es una posibilidad a la que las otras regiones del Sur pueden concurrir, todo depende de la voluntad e iniciativa de los gobiernos regionales, de las alianzas económicas y sociales, de los roles culturales, de la dimensión geopolítica del macro sur como contra peso al centro y en el marco internacional.

El Cusco debe recuperar su rol de articulador de un estado descentralizado, sólo así puede jugar un activo papel en la arena nacional e internacional. Para esto se necesita una mirada de estadista y de proyección estratégica, el resto es una repetición de localismo. La realidad viene imponiendo y validando experiencias como: los corredores económicos, aproximaciones macro regionales en el norte, el oriente y el centro, entre otros. El tema en el gobierno nacional es de segunda o tercera prioridad, postergando a las calendas griegas la nueva consulta que estaba programado para estos años, al centro tampoco le interesan regiones sólidas e integradas.

5.- LA IDENTIDAD Y EL IMAGINARIO POPULAR

La elección de Machupicchu como una de las maravillas del mundo, es una buena oportunidad para una reflexión acerca de la cultura, la identidad, el imaginario popular, el conocimiento y el factor subjetivo, entre otros componentes que tenemos los seres humanos. Al fundamentalismo ese aspecto no le interesa o busca homogeneizar nuestros cerebros totalitariamente, a pesar que el siglo XXI es el siglo del conocimiento y la información.

Curiosamente en las propuestas y gestiones regionales y locales, el capitulo de la cultura no existe o es muy pequeña casi secundario. El gobierno regional de Cuaresma no fue ajeno a eso, al igual que Fujimori, pensó que techando o remodelando escuelas hacía cultura y educación, cada cual piensa con el tamaño de su naturaleza cerebral.

En nuestra región en particular la relación de patrimonio y el turismo se ha trastocado. El inmenso potencial que tiene la sabiduría andina-amazónica, el patrimonio y la riqueza cultural, se ha mercantilizado con el tema del turismo y su rentabilidad. La región y la ciudad del Cusco pierden crecientemente su identidad, este proceso de enajenación de nuestra personalidad, es la fuente principal de la “cultura del fracaso y la derrota” que arrastramos desde la política, la educación, la crisis de la universidad, la pérdida de valores como la honradez y la decencia.

El actual Gobierno Regional ha lanzado la iniciativa de una campaña de alfabetización como parte de su programa de mejorar la calidad de vida, al cual viene asignando importantes recursos. Esta iniciativa positiva tiene que superar la repetición de otras experiencias librescas y memorísticas de alfabetizaciones del pasado; la nueva ruta del conocimiento tiene que partir de la recuperación de la identidad y la autoestima del hombre andino-amazónico en un escenario universal y en progreso. Iniciativa que debe ir acompañada de una posición de cambio en la educación, un nuevo modelo universitario, hasta una forma de buen gobierno.

Es momento por otro lado que la política cultural sea separada de la gestión del turismo, para eso se hace imprescindible una reestructuración de los roles y desempeño del INC. El debate del turismo como una política promotora del desarrollo de oportunidades para todos y con todos, es una agenda pendiente.

La política con la niñez no es asunto sólo social es ante todo cultural, en ese contexto un debate de la política y rol de los medios de comunicación resulta impostergable; el gobierno regional y las municipalidades tienen una gran responsabilidad, no sólo en garantizar un espacio de pluralidad y libertad, sino ante todo de recuperación de nuestra identidad en el marco del avance del conocimiento universal.

La abstención o menosprecio del tema cultural, cuando existe un avance de la alineación y el bricherismo, el surgimiento de fundamentalismo como el Opus Dei desde la Iglesia o desde rezagos senderistas en la otra orilla son perniciosos para nuestra existencia. La cultura del diálogo y la interculturalidad no es incompatible con nuestra recuperación de identidad.

6.- LA DERROTA DE LA IMPUNIDAD Y LA CORRUPCIÓN

Fujimori es la expresión concentrada de un personaje y un gobernante corrupto y criminal, llevado a su expresión máxima, lo peor es que dicha conducta se ha generalizado como una fatalidad en la población, es probable que esa sea la peor de las herencias de dicho régimen. Las autoridades regionales y locales, los dirigentes sociales, empresariales, estudiantiles, barriales, periodistas, políticos, etc. no son extraños a estos peligros y prácticas.

El Gobierno de Cuaresma tiene que responder ante la justicia, como lo tienen que hacer quienes gobernaron en la región, municipios, universidad, empresas, en la época de la dictadura; no tiene que ser una persecución política, tiene que ser una sanción basada en la justicia y el derecho, para sentar un precedente para el futuro.

Los actuales gobiernos: regional y municipales son prisioneros de estas posibilidades si entre sus componentes y equipos de gobierno no existe la transparencia y la decencia comprobada; cumplir con la oferta de “corrupción cero” es un buen compromiso, pero eso tiene que ser práctico y extensivo en todos los planos y tiempos.

Del mismo que el cumplimiento de las Recomendaciones de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, que no deben quedar en la letra.

El Presidente García, el Congreso Nacional, el Poder Judicial, las FF.AA. etc. no son los mejores ejemplos en el tema, pero el Cusco como región y ciudad deberían hacer un inmenso esfuerzo por ser la cuna de un gobierno honrado, eficiente, moderno y transparente.

7.- UN NUEVO LIDERAZGO REGIONAL

Existe una crisis de representación, por: la quiebra del sistema político de partidos, carencia de liderazgos alternativos nacionales y regionales; fragmentación de las redes sociales; ausencia de propuestas y utopías innovadoras; todo esto nos lleva a la elección de aventureros o la amnesia de aceptar incompetentes y corruptos. Sin embargo todavía no se ha llegado al fondo del problema.

Construir desde la crisis un nuevo liderazgo requiere: fortaleza, destreza, imaginación, apertura, conciencia, amplitud y grandeza. Pasar del caciquismo o del gamonalismo patriarcal con que actúan muchos dirigentes no resulta fácil. La construcción del liderazgo político, tiene que ser parte de la construcción colectiva de un liderazgo empresarial y productivo, de un liderazgo cultural y profesional, de un liderazgo social y participativo, de un liderazgo juvenil y en las mujeres. Los procesos complejos en cambio y viraje requieren abanderados y verdaderos prospectos que personalicen los sueños y las utopías.

En las primeras décadas del siglo pasado, la primera oleada industrial con empresarios emergentes y emprendedores, fue acompañada por una reforma cultural proveniente del indigenismo, del socialismo y el aprismo auroral que partieron de la primera reforma universitaria en el continente; surgió un sindicalismo de nuevo tipo, una literatura y revistas de debate e ideas; se formó una Escuela Científica, una Escuela de Cine, en fin fue el advenimiento de una verdadera generación que cambió el rostro del Cusco feudal a un Cusco republicano y contemporáneo.

El cambio del siglo y su inconmensurable proyección abre campo a nuevos paradigmas en: el conocimiento, la filosofía, la cultura, el arte, la economía, la política, la recreación, la familia, la persona, el medio ambiente, la ciencia y la tecnología; son recursos que deben ir de la mano del cusqueño talentoso y laborioso. Pensar en grande para crear en grande, como alguna pensó y ejercieron quienes construyeron Machupicchu y las maravillas de piedra y agua que nos rodean.

UN ACUERDO REGIONAL PARA LA GOBERNABILIDAD
Y EL BUEN GOBIERNO


Tenemos que pasar de la improvisación y del fatalismo que afectan a nuestros pueblos, a construir una región de futuro, prospero, incluyente, sostenible y soberano, para todos y todas. Construir una región exige elaborar, debatir, dialogar y concertar POLÍTICAS DE ESTADO REGIONAL, en temas como: el turismo, el agro, la minería, el anillo energético, el gasoducto, el patrimonio, la cultura, entre otros, que dirijan nuestras miradas y esfuerzos para los próximos quince o veinte años, como lo hacen los verdaderos estados y naciones que lideran los cambios en el mundo; el espacio para esto debe ser el ACUERDO REGIONAL donde confluyan y dialoguen concertadamente: el estado regional representado por sus gobernantes; los partidos políticos que gobiernan ahora y llegaran mañana en su oportunidad; la sociedad civil representados por todos sus sectores. Nadie pierde o anula su personalidad, por el contrario a partir de esta diversidad se valida acuerdos y responsabilidades.

El Acuerdo Regional junto al diseño de las políticas de estado, sirve al mismo tiempo como espacio de la GOBERNABILIDAD Y EL BUEN GOBIERNO, que permitan una estabilidad en el cambio y el progreso regional, como también ejerciendo el acompañamiento de propuestas para un buen gobierno que servirá para la prosperidad de todos.


Cusco, Agosto del 2007.

martes, abril 03, 2007

UNIVERSIDAD PERUANA: CRISIS Y PERSPECTIVA


Los estudiantes y docentes asistentes del Encuentro Nacional de Diálogo Regional y la Comunidad Nacional de Partidos Regionales, trabajaron una primera aproximación a la Universidad Peruana, a partir de una propuesta del cc. Jesús Manya Salas; auscultando la complejidad de la crisis que atraviesa: en su relación con la sociedad, la ciencia, el desarrollo y el progreso; la conducta y las tendencias de la propuesta académica actual; la gestión y administración; el papel y los alcances de la autonomía, con relación al estado neoliberal y al proceso de transición de la humanidad.

Debatieron el comportamiento actual de los miembros de la comunidad universitaria: docentes, estudiantes, trabajadores administrativos, autoridades; sus gremios y expresiones políticas e ideológicas. Estando explícito de que se trata de una propuesta en construcción por tanto perfectible, discutible y polémico.


LOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA REFORMA UNIVERSITARIA


º Si bien los postulados de la reforma universitaria, alcanzó una dimensión continental en 1918 con el Grito de Córdova, en el país los primeros hitos fueron enarbolados por la Asociación Universitaria del Cusco en 1909, que declararon una _huelga universitaria _ contra la universidad teológica y colonial, personalidades como Uriel García, Luís E. Valcárcel, entre otros, fueron los que enfrentaron la clausura reclamada por terratenientes y curas, aceptada inicialmente por parte de Augusto B. Leguia, que tuvo que negociar la medida, ante la extensión a toda la región y al país de la insurrección estudiantil. Postulados como el cogobierno estudiantil; docencia y asistencia libre; revisión de los métodos y contenidos de enseñanza; extensión universitaria a la sociedad, fue incorporada al lenguaje universitario y a las nuevas autoridades que emergieron de la Huelga. Esto se cimentaría más con la realización del I Congreso de la Federación de Estudiantes del Perú en 1920 en el Cusco, que entre otras de sus propuestas, surgieron las _Universidades Populares _ como instrumentos de relación con la sociedad y los movimientos populares emergentes. De 1919 a 1923 la Universidad de San Marcos se convertiría en el nuevo centro de la reforma universitaria, con el aporte de experiencias y procesos de todo el continente.


º Desde entonces la lucha, por ampliar y fortalecer los postulados de la reforma universitaria y por otro las fuerzas que propugnan la regresión y la contra-reforma universitaria son permanentes. Los resultados de la aplicación de la Ley Universitaria, sus estatutarias y sus gobiernos; reflejan los procesos políticos por el que ha atravesado el país. Así por ejemplo postulados: como la elitización, la desideologización, departamentalismo versus facultades, como proyectos en la universidad, antecedieron a la ofensiva total del neoliberalismo en la década pasada. En este escenario crearon las condiciones ideológicas y el sustento doctrinario para el triunfo de la universidad neoliberal y autoritaria, sobre las universidades populistas y masificadas de los setenta, a las que quedaron atados los gremios universitarios y sus voceros políticos de la vieja izquierda.


º Las fuerzas progresistas académica y políticamente no fueron capaces de levantar una alternativa de una nueva universidad o relanzar una nueva oleada de la reforma universitaria, se quedaron administrando la crisis de la universidad populista, que permitió a la derecha lanzar la contra-reforma universitaria más peligrosa y retrograda, autoritaria y dogmática, que es la universidad actual que tenemos y ante cuyas crisis y desenlace asistimos.


LA UNIVERSIDAD ANTE LA TRANSICIÓN DE LA HUMANIDAD Y EL PAÍS.


º Una de las cuestiones fundamentales de la Universidad, es la nueva ubicación y rol como institución, en el marco de las grandes mutaciones de la humanidad, la ciencia, la cultura, la economía, el conocimiento, entre otras variables. La universidad, se encuentra retrazada frente a los retos de velocidad y oportunidad de los cambios que la civilización actual exige.


º La Universidad Peruana como parte de la institucionalidad del viejo estado, se encuentra en un alto grado de descomposición, incompetencia y corrupción; como casa de la ciencia no responde a los nuevos retos de la profesionalización; escasa presencia e incidencia en la sociedad y en sus aspiraciones de desarrollo; incapacidad autonómica para auto generarse como fuerza de cambio, por el papel corrosivo de los grupos de poder, la corrupción de autoridades. La Universidad populista y masiva de los setenta y ochenta; como la Universidad privatista y tecnocrática del neoliberalismo de ahora; han fracasado y las nuevas rutas de cambio, aún son embrionarias para una nueva Reforma Universitaria, porque sus fuerzas impulsoras como los estudiantes y los buenos profesores, aún no se constituyen en una fuerza social transformadora.


LA CRISIS DE LA UNIVERSIDAD ACTUAL
LA UNIVERSIDAD ANTE LA CIENCIA Y EL HUMANISMO


º El siglo XXI como la era del conocimiento y la información, obliga tener un nuevo rol a la universidad, en la elaboración y desarrollo de la ciencia y tecnología; la Universidad Peruana por falta de infraestructura material; formación profesional de la docencia; recursos para la investigación, etc. no tiene condiciones para una autogeneración y readecuación de sus funciones, para acompañar los retos que impone la revolución tecno-científica; la asimetría de las universidades de los países ricos frente a los pobres, de las universidades privadas frente a las públicas es una tendencia objetiva.


º La Universidad ha renunciado a su autonomía profesional y como casa de la ciencia, frente a la investigación financiada por las entidades privadas en función del mercado. Ha cedido espacio también en este terreno frente a las ONGs, que son las receptoras de la cooperación internacional, al desconfiar las financieras de la universidad públicas por el grado de corrupción en sus gastos. Por otro lado los escasos talentos que salen de las universidades, fugan al exterior o las actividades privadas en la búsqueda de mejores oportunidades.


º La Universidad ha deshumanizado el conocimiento académico; promoviendo el tecnocratismo y el utilitarismo; la cultura del aprovechamiento y el individualismo egoísta, ha reemplazado a la cultura humanista y tolerante que debe acompañar a un profesional, como ciudadano comprometido con su sociedad y su país.


º La Universidad ha perdido su rol crítico al conocimiento, por automutilación y anacronismo de los docentes universitarios, que amparados en el derecho al trabajo, ha legalizado la mediocridad y opuesto a la cátedra paralela, el derecho a tacha, como forma de mejorar la competitividad profesional tan necesaria en estos tiempos.


º La Universidad se encuentra alejado de los nuevos paradigmas del desarrollo, de la transformación de la naturaleza del trabajo y organización de productores, de la defensa del medio ambiente, el mejoramiento de la calidad de vida. Paradójicamente pese a la promoción del tecnocratismo y el utilitarismo de la universidad neoliberal de estos tiempos, se encuentra más alejado de los grandes retos que exige los cambios de las fuerzas productivas, la competitividad, etc.


º Finalmente la universidad, ha dejado de ser la casa de la especialización profesional, con el surgimiento de otras instituciones generadoras y complementarias del conocimiento.


º La acreditación de las facultades y universidades, como un proceso de calificación, tiene limitaciones, por la escasa voluntad de docentes de aceptar esta calificación, como por el mecanismo y órgano responsable de acreditar, que tiene las mismas limitaciones del caso. O en caso contrario la acreditación se realiza y califica sobre variables estadísticas, fácticas y competitivas, como si se tratara de un control de calidad de mercancía y no una casa de estudios, compuesto por seres humanos, cuyos objetivos son distintos a la lógica del mercado.


LA UNIVERSIDAD Y LA AUTONOMÍA


º Una de las banderas más afectadas de la Reforma Universitaria es la autonomía; en los setenta el estado populista y monopólico buscó corporativizarla a través de comisiones interventoras y el control del presupuesto. Ahora la visión neoliberal que enfatiza a las universidades como negocio, violenta la autonomía universitaria con la fuerza del dinero y del mercado. Los directorios y promotoras tienen la decisión con el voto de sus acciones, en reemplazo de la participación y cogobierno de la comunidad universitaria.


º El Ministerio de Economía y Finanzas o la empresa privada en otro caso, al decidir los techos presupuestales, desconocen la autonomía administrativa y económica al someterlos a sus decisiones.


º La falta de incentivos e inversiones para la investigación científica, recorta la autonomía universitaria en la promoción del desarrollo y el conocimiento, o en otros casos la subordinación profesional y académica a otras entidades o superposición de universidades sobre otros en particular escudados en la profesionalización a larga distancia.


LA UNIVERSIDAD: GESTIÓN Y ADMINISTRACIÓN


º Los gobiernos universitarios se caracterizan por su conducta autoritaria, burocrática, improductiva y corrupta; amparados en las normas legales de la actual ley universitaria. La época del fujimorismo creo las condiciones para el surgimiento de camarillas y grupos, totalmente ajenos a propuestas políticas o programáticas comprometidas a la universidad, por tanto, ajenas al control político y social. La cultura de los _independientes y técnicos _ se consolidó como práctica corrosiva para no dar cuenta a nadie de las gestiones.


º El presupuesto universitario en casi un 90 % destina sus gastos a su funcionamiento: pago de planillas y pagos sociales y apenas un 10 % para los gastos de inversión destinados a los estudiantes y gastos para la investigación e infraestructura; esta realidad es una deformación y justificación del poder burocrático. Los intereses de los estudiantes, los reales destinatarios finales de la universidad, están abandonados y contrapuestos a los intereses de los docentes y administrativos que se reparten la escasa torta presupuestal.


º La falta de un sistema universitario nacional y la existencia de una Asamblea Nacional de Rectores como ente coordinador; sobredimensiona la _autonomía de las autoridades _ para el desgobierno. La promoción y negociación con cada pliego universitario, del MEF y el Gobierno Central es una forma de domesticación, para aplastarlas por separado o enfrentarlas entre sí por las migajas presupuestales. Esta administración de la pobreza universitaria, es conciente y deliberada para fortalecer y dejar el campo libre al proceso de privatización de la enseñanza y el crecimiento de la universidad privada. La lógica del _mercado _ se impone a la Universidad Pública.


º El cogobierno en la universidad ha desaparecido, por la conducta autoritaria de sus autoridades, y por la corrupción de gremios y estudiantes ganados al sistema y la prebenda. Los tercios estudiantiles con la desaparición o debilidad de los Centros Federados y Federaciones Universitarias, actúan de acuerdo a intereses ajenos, porque no existen mecanismos de control y fiscalización de la gestión universitaria, para sancionar o penalizar el desgobierno y la corrupción. Las dietas para los estudiantes se han convertido en la moneda de pago al favor político de los gobiernos universitarios.


º Los grupos de poder, se retro-alimentan desde los departamentos a las facultades y de estas al gobierno universitario. Verdaderas cuotas de poder o feudos en todas las instancias. Lo curioso es que los autoritarios de ayer, hoy justifican sus discursos excluyentes con la libertad del mercado, del maoísmo recalcitrante con que gobernaban las universidades en forma de dictaduras sindicales durante tres décadas, hoy preconizan un autoritarismo ilustrado de neoliberalismo.


UNIVERSIDAD: POLITICA E IDEOLOGÍA


º De una universidad dogmática y radical de los setenta, hemos pasado a una universidad despolitizada y desideologizada en estos tiempos. De un fanatismo maoísta que desembocó en Sendero Luminoso, surgió la generación X como paradigma extremista de la irresponsabilidad para con su medio social.


º La crisis de la política y de los partidos de la vieja república repercute en la universidad, con la ausencia de propuestas y organizaciones. Por otro lado el clima de desconfianza hacia la política propiciada por el discurso fujimorista persiste y se prolongará en la medida en que la política nueva siga ausente o no se constituya como una real alternativa.


º La disputa por el gobierno y los gremios, en la generalidad son enfrentamientos de grupos y mafias de interés por capturar el poder, ajenas a la organización y el compromiso político nacional y regional. Estos grupos de un maoísmo juvenil, pasaron a un fujimorismo temporal, para convertirse ahora en una mafia senil.º Los mentores de la actual ley universitaria fueron el APRA y el PPC, los implementadores Patria Roja; partidos con mayor responsabilidad en la crisis de la universidad peruana.


UNIVERSIDAD Y LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA


º El movimiento estudiantil como el principal agente del cambio se encuentra destruido y en crisis al igual que sus expresiones gremiales como Federación Universitaria y Federación de Estudiantes del Perú. El responsable principal de esta realidad es Patria Roja que tuvo la conducción de la FEP y la mayoría de los gremios estudiantiles, durante los últimos cuarenta años; que han culminado en la fracción y desarticulación total, el mismo que es aprovechado por las autoridades para imponer y desconocer los derechos estudiantiles.


º La docencia universitaria es otro factor de estancamiento de la universidad; su gremialismo linda con una conducta reaccionaria; porque sus huelgas, teniendo demandas justas, sus acciones afectan directamente a los estudiantes, que pierden ciclos que jamás serán recuperados, para luego implementar cursos vacacionales caros y pagados por los estudiantes. Mientras tanto el gobierno central se encuentra feliz, porque no le interesa un bledo si funciona o no la universidad pública.


º La administración es el otro factor de corrupción, sus gremios manejados por Patria Roja, son funcionales a las dictaduras de los rectores mafiosos; muchos de estos burócratas, estudiantes de ayer ahora son los docentes y administrativos que cumplen el ciclo pernicioso.


º Lo preocupante es que la actual destrucción y desarticulación de la comunidad universitaria y sus gremios no puede superarse, por la falta de colectivos y un movimiento universitario alternativo y propositivo; el resurgimiento todavía es parcial por la subsistencia de un discurso radical y maximalista, que no es capaz de ligar la lucha gremial con la lucha política e ideológica, como por la herencia de una conducta dogmática, que no entiende que es la hora de construir una nueva universidad, distinta a la vieja universidad populista del pasado y de la universidad neoliberal del presente, lo que significa romper con todas las ataduras y esquemas.


LA UNIVERSIDAD Y LA DESCENTRALIZACIÓN.


º En la actualidad la universidad se encuentra retrasada y no acompaña el proceso de transición democrática por el que atravesamos, su aislamiento es casi total, por cuya razón el aporte institucional a los planes de desarrollo estratégico, el presupuesto participativo, tanto en el proceso descentralista y la construcción e integración de las regiones es nula.


º Las universidades privadas y centrales en función del mercado, promueven la mentalidad y la conducta centralista, vulnerando los ámbitos universitarios regionales. _Universidades _ con apenas días de funcionamiento, actúan como verdaderas oficinas comerciales, sin respaldo académico, administrativo y legal, superponiéndose por encima y ofertando una profesionalización ineficiente y engañosa, ante la mirada complaciente de las universidades regionales y de las Asamblea Nacional de Rectores.


EL RELANZAMIENTO DE LA REFORMA

UNIVERSITARIA PARA EL PRESENTE SIGLO


CONSTRUIR LA PROPUESTA DE LA NUEVA UNIVERSIDAD PERUANA


º Uno de los primeros retos para buscar la transformación de la universidad, es la elaboración de una alternativa programática que desarrolle y relance los postulados de una reforma universitaria, para estos tiempos y espacios. Experiencias exitosas en el continente a través de la elaboración del Plan de Desarrollo Estratégico o el Planeamiento Estratégico de la universidad, son un escenario e instrumento para la construcción de una VISION Y MISION de la universidad para el presente siglo, pero desde una opción plural, transparente, moderna y contemporánea. En esta perspectiva es vital una reflexión en temas como:


LA AUTONOMIA DESDE LA UNIVERSIDAD PUBLICA Y EL SISTEMA NACIONAL UNIVERSITARIO


Uno de los postulados a refundar es la concepción de la autonomía en los actuales tiempos. Del intervencionismo estatal de otros tiempos, hemos pasado a la intervención indirecta de la universidad a través de la economía y el presupuesto, tanto del MEF como de la Empresa Privada, que regula y señala los parámetros del funcionamiento universitario. El MERCADO desempeña las funciones y alcances de la investigación científica, la gestión universitaria y el desarrollo institucional.


Frenar este proceso de PRIVATIZACION de la universidad, sólo será posible si la UNIVERSIDAD PUBLICA se constituye como el elemento central del SISTEMA NACIONAL UNIVERSITARIO, respetando a las universidades privadas existentes, por su calidad pero como opciones complementarias y no al revés como ocurre que las universidades públicas han terminado sujetos a la decisión del manejo privado de la educación; en este terreno se debe avanzar a través de:


Ley Universitaria que reconozca el rol fundacional de la Universidad Pública, como la cabeza del sistema educativo superior, para acabar con la dictadura del negocio universitario y de institutos superiores que medran con esta función. La Universidad Pública debe jugar al papel direccional de la política educativa superior.


La Universidad Pública debe constituirse en el soporte principal del SISTEMA NACIONAL UNIVERSITARIO, que funcione como tal en relación a la estructura del estado, acabando con la actual dispersión y _autonomía de rectores _ que es la ANR. Este Sistema Nacional Universitario debe constituirse en la institución que a más de diseñar la política educativa, sea la portadora y directora de un Presupuesto Universitario de carácter participativo, coherente, viable y sostenible frente al MEF; jugar el rol de ente administrativo para resolver las controversias administrativas que salen de los marcos de las universidades; todo ello en el marco de una nueva visión constitucional del país.


Sólo un Sistema Nacional Universitario, puede construir y gestionar una política de investigación en la ciencia y técnica, en función de los requerimientos del desarrollo de las regiones y del país. Así recuperaremos el rol de la casa de la ciencia para nuestras universidades.


UNIVERSIDAD CON RESPONSABILIDAD SOCIAL PARA EL DESARROLLO


La Universidad Peruana del Siglo XXI tiene que cambiar el concepto de extensión social de la universidad. No puede seguir subsistiendo una institución con una visión patriarcal o benefactora para con la sociedad. La Universidad tiene derechos, pero también deberes para los ciudadanos que son el soporte de su existencia y fin. No se puede seguir permitiendo universidades, alejadas y totalmente distanciadas del desarrollo y el progreso que aspiran todos los pueblos.


La Universidad tiene la obligación de participar y asumir compromisos en los Planes de Desarrollo Estratégico en el plano nacional, regional y local donde actúa; aportando sus conocimientos y el concurso de sus profesionales. La universidad parasitaria del populismo tiene que concluir.


Es necesario garantizar los mecanismos para el cumplimiento de estos objetivos en las diversas estructuras del estado y la sociedad. Temas como el residentado, las prácticas pre-profesionales en las dependencias públicas, contrapartida de becas, etc. Son diversas iniciativas que deben ser incorporados en las actividades de la universidad.


UNIVERSIDAD DE LA CIENCIA Y EL TRABAJO PRODUCTIVO


Tal vez sea este el mayor reto de los postulados de la reforma universitaria para estos tiempos de la sociedad del conocimiento y de la información; acabar con la distancia asimétrica de los centros de poder en la coyuntura de la globalización; no confundir el derecho a la estabilidad laboral, para justificar la incompetencia y rechazar el derecho a tacha, la cátedra paralela, el claustro pleno para calificar, etc. son casos sustanciales que deben ser abordados:


Construir un sistema nacional de investigación, vía y redes de interés, etc. que permita participar en los avances de la investigación y el conocimiento actual regional y mundialmente.
Comprender y entender nuestro lugar y rol en el desarrollo de la ciencia y el conocimiento; información y ciencia no es como entiende la burocracia, sembrar computadoras por todo lugar. Lo que se trata es de señalar nuestros objetivos y medios de manera clara en función de nuestras necesidades regionales y nacionales.


Incorporar la universidad a la preocupación del carácter productivo de las actividades del país, tenemos que pasar de universidad escolástica del pasado y de la universidad administrativa y burocrática de estos tiempos, a una universidad para el desarrollo humano y sostenible que requiere el país.


Combinar la ciencia moderna y el conocimiento humano o sabiduría tradicional, en este terreno el mundo y la tecnología andina del pasado es altamente avanzado, incluso en temas hasta hoy no superadas. Más cuando existen retos como el TLC propiciados por los EE.UU. que desea limitar el desarrollo autónomo de nuestros productos y conocimientos a través de políticas de patente, etc. que limitarían toda posibilidad de desarrollo de los pueblos en la investigación y utilización de estos conocimientos en beneficio de las grandes mayorías.


El tema de la acreditación de las universidades, tiene que verse, observando su opción pública y social, pero también el componente de eficiencia y calidad en la universidad, facultades, departamentos y en los profesores. El derecho que enarbolan los gremios de docentes y administrativos, no puede ser un justificativo para la incompetencia e incapacidad. Hoy más que nunca el derecho a tacha, la cátedra paralela, etc. son postulados que deben ser repotenciados en el marco de una nueva universidad.


UNIVERSIDAD DE LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA


El cogobierno en la universidad, no sólo debe tener una función política y administrativa como hasta hoy funciona en algunos lugares. El cogobierno significa DECISION y decidir significa estar informado adecuada y oportunamente de lo que deseamos dirigir y aprobar. Parte de la corrupción de las universidades, se inicia con la visión unilateral del concepto del cogobierno; cuando las autoridades _cocinan _ todo y luego invitan al tercio a acompañarlos en la formalidad. La democracia hoy tiene nuevos componentes y prácticas, que ya se abren en todos los terrenos, la universidad tiene que incorporar a su gestión esta nueva dinámica, como son:


- PARTICIPACION CIUDADANA EN LA GESTION Y ELECCION DEL GOBIERNO UNIVERSITARIO; a estas alturas resulta limitada que una pequeña asamblea de _representantes _ sean los portadores de una decisión tan importante y soberana, como es la elección de autoridades y el plan de gobierno de la universidad. La elección universal, directa y secreta de las autoridades es un derecho irrenunciable de la comunidad universitaria y en particular de los estudiantes. Del mismo modo que hay reformar el nivel y funcionamiento de la Asamblea Universitaria, que de un ente declarativo pase a formar y ser un ente participativo, legislativo y fiscalizador, de manera permanente a través de un proceso transparente. Es preciso incorporar el tema de la alternancia, la revocabilidad, la rendición de cuentas, en los diversos mecanismos de gestión gubernativa para acabar con las malas prácticas reeleccionistas, grupales y de mafias.


- PRESUPUESTO PARTICIPATIVO, es el otro tema central de la democracia real. Del actual presupuesto burocrático, improductivo, centralista, tenemos que pasar a un presupuesto participativo en el que todos los miembros de la comunidad universitaria sean respetadas equitativa y realmente. Autoridades, docentes y administrativos con diversas explicaciones, se llevan la torta mayor del presupuesto, en desmedro de los estudiantes y de la formación profesional. Revertir esto significa conquistar una renta universitaria adecuada, debatir pública, equitativa, viable y sosteniblemente dicho presupuesto. Significa tener un Plan de Desarrollo, un Plan de Inversiones, en fin esto les permitirá tener una VISION Y MISION DE LA UNIVERSIDAD


.- VIGILANCIA Y CONTROL CIUDADANO EN LA UNIVERSIDAD, porque es evidente que la universidad como parte del aparato del estado, se encuentra atravesada por una tremenda crisis y hay falta total de control, fiscalización y sanción a los casos de corrupción. La corrupción es una de la herencia más pesadas de las autoridades fujimoristas y actuales. Constituir este frente, pondrá en su lugar el poco manejo ético de las cuestiones públicas en la casa de estudios.


CONSTRUIR UN MOVIMIENTO UNIVERSITARIO PARA LA REFORMA UNIVERSITARIA DEL PRESENTE SIGLO.


Estamos ante un reto complicado y grande, la Reforma Universitaria para el presente Siglo. Esto será posible si construimos en esta etapa un núcleo que motorice el debate programático y asume el compromiso político de liderar a la Universidad Peruana. Los partidos tradicionales de derecha e izquierda, no están capacitados ni programática ni políticamente a encabezar o asumir esta propuesta, en el mejor de los casos, ellos son funcionales a la administración de la crisis.


Contrapuesta a la paralización de estas posiciones, es el surgimiento de algunas apuestas radicales, que enarbolan posiciones extremadamente parciales y no van al fondo de las cosas; que son cabalgados con el resurgimiento de posiciones dogmáticas y violentistas, tan comunes en la década pasada. Por ello son fundamentales:


Constituir en cada universidad, núcleos que levanten las banderas de la reforma universitaria.


Constituir una red nacional de estos núcleos, orientados a ampliar una mayor confluencia de actores, para culminar en un proceso nacional.


Desarrollar talleres y conferencias sobre el tema que movilice y organice el tema.


RECONSTRUIR LA FEDERACION DE ESTUDIANTES DE PERU Y DE LAS FF.UU.


Es preciso por otro lado avanzar en la reconstrucción de la Federación de Estudiantes del Perú: Reconstruyendo la FF.UU. en cada Universidad y sus correspondientes CC.FF. a través de una real participación democrática y culminar en un CONGRESO EXTRAORDINARIO DE REFUNDACION DE LA FEP en el mediano plazo. Incorporar a la actuación gremial otros instrumentos de participación, gestión y fiscalización a fin de arrinconar y acabar con los rezagos gremiales populistas y funcionales a las autoridades que aún subsisten en las universidades. Estrechar relaciones con las organizaciones sociales a fin de llevar adelante los postulados de la reforma universitaria en el país.


Marzo del 2006.

sábado, marzo 10, 2007

Homenaje a Daniel Estrada Pérez

PARTIDOS REGIONALES UNA NECESIDAD HISTÓRICA

DANIEL ESTRADA PÉREZ

1. Los partidos políticos frente al Estado y la sociedad.
Desde una perspectiva contemporánea, parece inútil hablar de partidos políticos y hasta ingenuo normar su vida institucional. Sin embargo, tras la profunda crisis que sacudió las estructuras políticas del mundo moderno, comienza a imponerse un nuevo consenso: “sin un sistema de partidos desarrollados y fuertes es inviable la democracia”. Esta es una lógica conclusión a la que arriban tanto las sociedades desarrolladas y/o subdesarrolladas. En las últimas, la pobreza tuvo que ver con la ausencia de políticas institucionales de largo plazo, los recursos del Estado fueron utilizados para el bienestar y el interés de determinados sectores y clases económicas. En cierto modo, la política resultó ser acto privado y exclusivo de élites en el poder del Estado.

En este contexto, la democracia, como delegación del poder del pueblo en sus representantes, enfrentó y enfrenta uno de sus más caros problemas: la legitimidad política y los limites del sistema de representación. Es decir, uno de los problemas de la democracia provino y proviene de sus propias entrañas, por tanto requiere de reformas que lo resuelvan.

Por su parte, el sistema de partidos se hace necesario en función de la división fáctica entre Estado y sociedad, que aparecen como dos espacios separados, pero que requieren vínculos y correas de transmisión; es decir, de partidos políticos que cumplan con realizar la labor de intermediación entre los poderes del Estado y su base civil. Las demandas sociales recogidas por los partidos políticos deben ser transmitidas al Estado para su realización y viceversa. Sobre esta base, las sociedades democráticas han construido un sistema representativo que consiste en la delegación del poder soberano del pueblo en unos cuantos, los representantes.

La crisis de los partidos tiene su origen en el deterioro de las relaciones entre Estado y sociedad; resulta del incumplimiento de la función de intermediación. Cuando la intermediación se ve afectada por el lado del vínculo entre sociedad y partidos políticos se habla de una crisis de representatividad. En el otro aspecto, cuando la crisis afecta la relación entre Estado y partidos políticos se habla de una crisis de legitimidad.

La crisis de representación es resultado de un proceso aún mucho más complejo, que el simple distanciamiento entre sociedad y partidos políticos. Se debe a la carencia de programas coherentes de mediato, inmediato y largo plazo. A la ausencia de una base social que se vea representado en dichos programas. Finalmente, a la falta de representatividad de sus líderes. A las viejas costumbres manipuladoras y a los cacicazgos políticos muy de las políticas finiseculares del Perú del siglo XIX. Esta crisis de representación es también un reflejo de la falta de identificación del ciudadano con el Estado, de su resistencia a participar en la marcha de la cosa pública, vía sus representantes. Finalmente a su secular marginalidad política y a sus profundos abismos sociales y educativos.

Y es que por paradójico que resulte, los representantes y representados están unidos solamente durante el proceso eleccionario, después de lo cual, es evidente la separación, que será mayor cuanto menos fuertes sean los lazos institucionales que los vinculen.

Rousseau considera que la única forma de controlar al representado es por medio de:

1. Que los elegidos no tengan poder propio, para que de esta forma solamente puedan expresar lo que el pueblo les permita y;
2. Que todo aquello que los elegidos decidan sea ratificado por el pueblo.

Ambos argumentos, en particular el segundo, destrozan el criterio de democracia representativa y nos ubican en un contexto impracticable, por lo que son necesarios buscar los términos medios y las situaciones eclécticas que concilien los conceptos de representatividad y controlismo. Las mismas de las que han surgido propuestas como las elecciones adelantadas, típicas y frecuentes de las democracias parlamentarias europeas, la rendición de cuentas, y; recientemente, la revocatoria de autoridades. Todas ellas están inspiradas en resolver el problema de representatividad y fundamentalmente de acortar las distancias que separan a los lideres de sus bases, a los mandantes de los mandatarios.

Estamos ante una verdad incuestionable, la democracia representativa es una realidad vigente en el planeta, que requiere de nexos consistentes entre Estado y sociedad para resolver sus problemas. En resumen, solo las instituciones políticas pueden garantizar la vigencia de la democracia y en particular reducir el abismo que se abre diariamente entre Estado y sociedad.

2. Partidos políticos en el Perú.
De la historia del Perú se desprende que el país no ha tenido una tradición partidaria, menos aún, que las instituciones políticas hayan sido estables y duraderas en el largo plazo. Desde sus inicios, la democracia peruana como sistema de gobierno ha estado basada en el condicionamiento de diversos grupos organizados en torno a caudillos, civiles o militares, los que de una u otra forma fueron dando los contenidos a la confrontación del Estado republicano.

En los años posteriores a la República temprana, la sucesión en el poder fue marcada por el signo de la dictadura y la ausencia de procesos democráticos resultado de una elección ordenada e institucional. Por lo general, los partidos políticos del siglo anterior se caracterizaron por su efímera existencia y total ausencia de marcos institucionales. Un ejemplo que escapa a esta situación es el Partido Civilista, que surgió y permaneció en el contexto de toda una época que va desde Pardo hasta Piérola y su revolución, prolongándose hasta Leguía.

La historia política peruana, en cuanto a partidos políticos se refiere, cobra importancia en el presente siglo y en particular de 1930 en adelante.

Este es el único esfuerzo que en forma prolongada y consistente ha permanecido en nuestro tiempo. Sugiriendo una posible periodificación, de acuerdo a la historia del Perú, este período presenta siete etapas definidas:
a. la etapa oligárquica de 1930-1956 (Sánchez Cerro, Samanez Ocampo, Benavides, Prado, Bustamante y Rivero y Odría);
b. la etapa de transacción y transición 1956- 1968 (Odría, Prado, Pérez Godoy- Lindley y Belaunde Terry);
c. la etapa de democracia sin democracia y la tesis del no partido de 1968-1975 (Velasco Alvarado);
d. la etapa de la transición democrática 1977-1980 (Morales Bermúdez);
e. la etapa del retorno democrático en crisis y guerra (Belaúnde y García);
f. la crisis de los partidos su satanización y el independentismo, década de 1990 al 2000 (Fujimontesinismo.
Gobierno de Transición de Valentín Paniagua); y
g. La restauración de los partidos del 2001 en adelante (Toledo).

La etapa oligárquica se caracterizó por la emergencia del APRA y el Partido Socialista Comunista como los principales referentes políticos de una sociedad en cambio. Ambos expresaban los intereses de los excluidos y marginados del pacto entre oligarquía y gamonalismo que dominaba los años 30. Sinesio López describe de esta época: “Las razones del carácter excluyente de la política en ese período no hay que buscarlas sólo en la cultura señorial, elitista discriminatoria y racista de la oligarquía sino también en la forma restrictiva y excluyente de su dominación y en su incapacidad distributiva del ingreso debido a la presencia imperialista cuyas utilidades y remesas limitaban el tamaño de la torta que podía ser repartida”. Es decir, que el fenómeno exclusionista que se daba en la escena política tenía raíces más hondas que se expresaban en el terreno económico y social, por tanto la exclusión política solo era una natural expresión de la marginación social en la que se basaba la organización del Estado oligárquico.

En ese marco objetivo llegan a las universidades peruanas determinadas corrientes filosóficas, como el positivismo de Augusto Comte, el pragmatismo de Bergson, el naturalismo de Guyau que obligan a repensar al Perú como nación, como territorio histórico y realidad social. Se descubre entonces que la república ha sido incapaz de superar la realidad política de la colonia, que la carencia de partidos políticos era el reino de la impunidad para las clases políticas, que la frecuencia de los golpes de Estado militares era una de las causas fundamentales del atraso secular del Perú. Obligando a la formación de los grandes partidos políticos en la década del veinte, con los ejemplos de la revolución mexicana y la revolución rusa. Posteriormente se agregan las versiones criollas de los socialismos de la Segunda Internacional e incluso atisbos del fascismo italiano.Discurriendo por esos hechos se formó el Frente Democrático Nacional que postuló a la Presidencia de la República a Bustamante y Rivero. En esa oportunidad el Apra, demostró que había comprendido que la mejor forma de realizar las reformas populistas que pregonaba se daría en la conducción del Estado, para ello requerían abandonar la política de confrontación, para construir una propuesta de gobernabilidad lo más amplia posible y derrotar a la oligarquía. Esto fue posible hasta 1948, cuando el escenario de negociación y transacción logrado en 1945 fue quebrado por medio del golpe de Estado del General Manuel A. Odría.

El siguiente período de transición y transacción (1956-1968) alteró la confrontación y los principales actores políticos lograron construir, nuevamente, algunos canales de negociación y transacción, que se vieron fortalecidos por el posterior acuerdo entre el APRA y el partido Restaurador del dictador Manuel Odría, que dio origen al gobierno de la convivencia. Si el periodo anterior era de disputa entre las fuerzas políticas que conducían y dominaban el Estado y los partidos excluidos de su manejo, la nueva confrontación se dio en el propio seno del Estado. Ello es más que evidente a partir del año de 1963 con la elección de Belaúnde Terry, cuya alianza AP-DC (Acción Popular-Democracia Cristiana) tenía el comando del Ejecutivo, en tanto la alianza APRA- UNO (APRA-Unión Nacional Odriista) o Coalición del Pueblo, conducía el Legislativo. La tercera característica de este período es el surgimiento de nuevos movimientos políticos, como Acción Popular, la Democracia Cristiana y el Social Progresismo y la izquierda, todos ellos con características elitistas y centralistas.

Tampoco se puede olvidar que en esos contextos irrumpe la izquierda, afiliada a la tercera internacional y cuyo programa tienen como sustento las tesis filosóficas del marxismo – leninismo. En realidad, la izquierda fundada en 1928 por José Carlos Mariátegui, emerge como un partido de masas en las elecciones de 1945. Tres lustros después pasarían a formar la base social más activa de la llamada “lucha armada”, no obstante su auto canibalismo político, sus dubitaciones e incesantes divisiones.

La alianza construida por el APRA y la UNO fue el resultado de un largo proceso de maduración, en el que el APRA renunció a su programa antiimperialista y a las grandes transformaciones sociales, lo que le costó caro e incluso la posterior ruptura del partido.

Empero estableció un gobierno estable con un manejo importante en una porción del Estado. Por su parte, la oligarquía accedió a aceptar algunas pálidas reformas como ensanchar la frontera agrícola, realizar una moderada expropiación de tierras de haciendas improductivas y desarrollar un programa de sustitución de importaciones por medio de la industrialización del país, abandonando el modelo primario-exportador. De este modo, se dio origen a una alianza económica de industriales con las economías de exportación tipo agro-minera y que supuso el quiebre del pacto oligarquía-gamonalismo.

Sin embargo, el proceso de industrialización y el modelo de sustitución de importaciones desató un acelerado proceso de migración y la consiguiente urbanización del país. A ello se sumó el descontento del movimiento campesino que reclamaban la tierra y la urgente promulgación de una reforma agraria más radical. La actitud del gobierno de la convivencia para estos casos fue confrontacional y excluyente, hecho que dio lugar al surgimiento de Acción Popular y el fortalecimiento de la Democracia Cristiana, partidos que reclamaban una segunda ola de reformas que redistribuyeran riqueza y formaran una base sólida para un capitalismo más extendido. El principal rasgo de estos partidos es el desarrollismo populista. Primó en ellos la opción reformista para realizar las transformaciones sociales, dejando de lado la opción confrontacional y la revolución como vías del cambio social.

La etapa de democracia sin democracia y la tesis del no partido (1968-1975) Se caracterizó por la exclusión de todas las fuerzas políticas. El APRA y AP optaron por el destierro y el silenció, en el caso del primero reclamando constantemente la autoría de las reformas que emprendió el gobierno de Velasco; en tanto que el otro desconcertado buscó el apoyo de los Estados Unidos para ejercer fuerza desde afuera y aislar al Perú. Por su parte, el régimen logra la adhesión de la Democracia Cristiana y en particular de su líder Héctor Cornejo, mientras que la izquierda moderada se adhirió al programa reformista de Velasco.

Al otro lado de la balanza se encontraban los partidos radicales de izquierda que boicotearon el proceso de reforma y agudizaron la confrontación con el régimen.

Velasco quiso terminar con el proceso de transacción que había impuesto ritmos muy lentos a las reformas sociales. Buscó apoyo de cuanta fuerza populista existiera y confrontó abiertamente a los partidos de la súper convivencia (APRA-UNO-PPC-AP), la oligarquía nacional y el empresariado extranjero. Todo ello permitió construir una amplísima base social que fue el sustento del régimen hasta 1975, cuando los indicadores macroeconómicos evidenciaron el inicio de una severa crisis.

A pesar del apoyo de los sectores radicales del populismo, principalmente del Partido Comunista y la DC (Democracia Cristiana), el régimen estaba convencido de las limitaciones que representaba el modelo partidario y para combatirlo y reducirlo a su mínima expresión implementó la tesis de la democracia directa. Así, el régimen nacionalizó el petróleo y la minería, estatizó la banca, la pesca y los medios de comunicación.Paralelamente inició una ofensiva total en el medio rural por medio del SINAMOS, que puso en la práctica los anillos burocráticos de participación popular. Sin embargo, este esquema no pudo evitar la confrontación con los empresarios que se vieron marginados y los sindicalistas que entendieron que tras el SINAMOS vendrían inevitablemente las Organizaciones Estatales paralelas, percepción correcta, porque a partir de 1972 el régimen impulsó el Movimiento Laboral Revolucionario, la Central de Trabajadores de la Revolución Peruana, Confederación Nacional Agraria y el Sindicato de Educadores Revolucionarios. El resultado fue la agudización de la confrontación y el aumento del autoritarismo, que justificó el relevo de Velasco a mediados de 1975.

La etapa de transición democrática (1977-1980) así denominaremos al Gobierno de la segunda fase militar que se caracterizó por el decaimiento de los ritmos reformistas de la primera etapa, aumentándose las presiones políticas para una salida que garantice la vuelta a un sistema democrático amplio y un retorno decoroso para los militares. En esta perspectiva apuntaron el APRA y el PPC, en cambio AP optó por el retorno incondicional de la democracia; las izquierdas entendieron la voluntad negociadora del régimen como debilidad y agotamiento.

La etapa siguiente del retorno democrático en crisis y guerra se caracterizó por el regreso de la democracia y el sistema de partidos que agregado al espíritu anti militarista de aquellos años, fue propicio a Belaúnde para elegirse nuevamente como Presidente.

Tras el amplio predominio electoral de los partidos políticos a lo largo de cinco décadas, ingresaron en una profunda crisis, que inicialmente fue de carácter programático. Insistieron en sus proyectos de reforma, que recogían cada vez menos las demandas populares y poco a poco resultaron inadecuados dejando traslucir el pensamiento de élites partidarias que sólo eran representativas de algo más que ellas mismas. A ello se añadió una segunda crisis, esta vez partidaria, su escasa democracia interna y caudillismo provocaron descontento al momento de elegir autoridades y candidatos, y desasosiego y frustración. Así, los partidos dejaron de influenciar en la vida y pasaron a ser minúsculas realidades en el siguiente periodo.

La etapa que apertura Fujimori, a la que denominaremos de la doble faz o crisis de los partidos e independentismo, marca el inicio de esta larga crisis que ha conducido al languidecimiento de los partidos políticos. Todos ellos que anteriormente captaron aproximadamente el 95 % de los votos, en la década siguiente cedieron terreno ante los movimientos independientes que saltaron de la escena municipal a la nacional y se convirtieron en la principal opción política de la década, siendo respaldados por el 65 % del electorado nacional. De este modo, el independentismo cobró bríos y socavó el sostén social de los viejos partidos. Por ejemplo, la IU (Izquierda Unida) en solo un lustro paso de 26 % del electorado al 5 % y en 1995 cayó a 0.55 % quedando nula su inscripción. Situación similar ocurrió con el APRA que paso del 47 % en 1995 a 21.3 % en 1990 y a 4.11 % en 1995. Acción Popular, del espectacular 46 % de 1980 descendió a 5 % en 1985 y en forma unida con el PPC y Libertad (FREDEMO) logro el 30 % en 1990 y recientemente no superó el 2 % en 1995, perdiendo su inscripción como partido, aunque recuperándola poco tiempo después.

Surgieron muchos movimientos que se distanciaron de los partidos políticos nacionales e irrumpieron en la escena municipal con relativo éxito hasta lograr consolidar un importante 15 % de los gobiernos locales entre 1980 y 1983. Luego este proceso se incrementó y ante la disputa de los grandes partidos, la opción independiente era la que mejores consensos recogían, tanto por el carácter vecinal de las candidaturas locales, como por las posibilidades de disminuir el castigo político con el que eran marcados los alcaldes de determinados signos partidarios contrarios al gobierno central.

La posterior diáspora de la IU, después de los 90, contribuyó a incrementar el fenómeno independentista, que en el caso regional cobró importancia por la gestación de diversos bloques regionales, los que se vieron contribuidos desde otras opciones políticas como el APRA y AP, que redujeron su militancia y su radio de influencia. Así, los independientes se convirtieron en los nuevos portavoces de un electorado insatisfecho y deseoso de lograr vientos de renovación política.
3. Los movimientos regionales: hacia un balance inicial.
La aparición en escena de movimientos regionales es la evidencia de la diversidad social del país, en particular, de sus estructuras políticas. Los movimientos regionalistas son las mejores constataciones que “lo nacional” como construcción política tiene sus límites, que no se expresan solamente en la institucionalidad del Estado, tal vez el más centralista de nuestra región latinoamericana, sino también en el carácter focalizado y elitista que dominó la tradición política de los partidos.

En política, lo regional responde a la escasa tradición partidaria y la casi inexistente institucionalidad democrática. Para ello basta recordar que a lo largo de 177 años de vida republicana, se han sucedido un total de 62 gobernantes. Entre 1821 y 1872 se establecieron regímenes mayoritariamente militares, que salvo el caso de la elección de Ramón Castilla y su posterior sucesor el Presidente Rufino Ehechenique, fue un periodo dominado por el militarismo.
De otro lado, el surgimiento de los partidos regionales es la demostración de que los grandes partidos a nivel nacional, no recogen en sus programas los requerimientos de la región, están desfasados o han sido ahogados por el clientelaje y el cacicazgo partidario en detrimento de la democracia que debe primar en todo partido. Se debe anotar que, en la base social de un buen número de partidos regionales se hallan elementos dispersos de la izquierda.

El surgimiento de los primeros partidos políticos (Civil, Constitucional, Liberal, Demócrata y Nacional) estuvo marcado por el elitismo y como tal su efecto se redujo a las ciudades y en particular a Lima. Este modo de pensar, de plano oligárquico, dominó el final del siglo XIX y las dos primeras décadas del presente. Así, “lo nacional” como concepto político partidario se reducía a la disputa en Lima, el Congreso Nacional y el gobierno. La participación de las regiones y sus representantes se basó en el pacto entre oligarquía y gamonalismo que fue sustento de la República Aristocrática. Este efecto concentrado de la lucha política en Lima se vio reforzado por el carácter restrictivo de la masa de electores, que según Basadre, no supero el 3 % de la población nacional. En resumen, el carácter excluyente de la política partidaria durante la República Aristocrática permitió acuñar un espacio amplio para la aparición posterior de movimientos políticos regionales.
Las regiones lucharon desde dentro y afuera de sus estructuras partidarias, reclamando mejoras en el terreno económico y mayor autonomía en el plano político. Esta constante confrontación con el gobierno central las llevó a abandonar el activismo partidario e ir construyendo referentes locales o regionales. De este modo, los movimientos regionales marcan el inicio de un proceso independentista que tiene su origen en el carácter excluyente del Estado y en la actitud centralista de la institución partidaria nacional.

1. El regionalismo económico.- Este tipo de regionalismo es producto del éxito económico del modelo primario-exportador que tuvo como principal referente al movimiento de los caucheros de Iquitos. En efecto, tras el efímero episodio del auge del caucho, la burguesía cauchera se vio en crisis por la caída de los precios internacionales y el posterior predominio de las exportaciones provenientes del Asia. Crisis que se agudizó por el descubrimiento del jebe sintético. Los caucheros loretanos reclamaron la intervención del gobierno y la aplicación de subsidios que impidieran el derrumbe de sus cultivos industriales. El gobierno decidió no intervenir y ello provocó el levantamiento de Iquitos en 1930; crisis que se mantuvo hasta muy entrado el gobierno de Sánchez Cerro, quien restableció la autoridad del Estado y desterró a los cabecillas del movimiento.La enseñanza fue clara, el movimiento regional basado en el interés de un pequeño grupo de oligarcas enfrentado al Estado, no tuvo éxito.

2. El regionalismo funcional o corporativo.- Este regionalismo surgió inmediatamente después, como la forma más generalizada de comportamiento de las élites provinciales, que comprendieron que enfrentándose al centralismo no ganaban nada. Por ello, decidieron participar activamente de la “política nacional” aceptando las prebendas y los cupos ofrecidos por los partidos nacionales. De este modo, el congreso se pobló de una representación “formalmente” regional y amplia, pero política, intelectual y prácticamente nula.

Esta experiencia obedeció a una lógica de defensa de los intereses terratenientes que representaban ante el peligro que significaba el desarrollo industrial. La presencia de los políticos “provincianos”, sirvió, con excepciones, para prolongar el pacto entre oligarquía y gamonalismo y evitar las transformaciones que el Perú reclamaba, como la reforma agraria.

Por su parte, las élites provincianas respondieron a las demandas sociales con la partición administrativa del Estado.Paralelamente hicieron suyas las banderas por la distritalización y la provincialización de la región, con lo que detuvieron el desborde social. Para los movimientos regionales de entonces, la sucesiva división política del territorio era la esencia de una lucha por el desarrollo. El acercamiento al poder, supuestamente se daba por la creación de nuevos gobiernos locales, que eran copados por lo notables.

3. Los regionalismos reivindicasionistas.- Este tipo de movimiento regional surgió como resultado del acentuado centralismo económico que se agudizó a lo largo de los 70 y 80, que tuvo como principal eje la demanda de creación del canon, primero petrolero y luego minero, como un mecanismo de redistribución económica al que tienen derecho los pueblos depositarios de importantes riquezas naturales.

En este tipo de regionalismo se resaltan los movimientos regionalistas del norte del país, en particular el Frente de Defensa de Piura, que logró la ley del canon petrolero. Aquí se añade la experiencia de los diversos Frentes de Defensa, que a lo largo y ancho del país, reclamaron la extensión del canon a la actividad minera y la ejecución de importantes proyectos de infraestructura, como en los casos de Chiclayo, Tacna, Arequipa, Cusco, Puno. Mención especial merece el movimiento regionalista de Ucayali que no solo contribuyó decididamente la dación de la ley del canon, sino que logró la creación de un nuevo departamento y la consiguiente “independencia administrativa” de Pucallpa en relación a Iquitos.

4. El regionalismo electoral.- Como resultado de la profunda crisis en la que se vieron envueltos los partidos nacionales y el consiguiente descenso de sus preferencias electorales, los movimientos regionales se construyeron sobre opciones independientes, participando activamente en las elecciones y obteniendo resultados abrumadores.

En 1980 los independientes lograron 7.4% del electorado, para alcanzar en 1989 el 28.7% y convertirse en el 64.7% en 1993, dando lugar a que el movimiento regionalista de los 80 y 90 sea resultado del desgaste político de los partidos nacionales que fueron dejando amplios sectores sociales del país y convirtiéndose en expresiones marginales.

Paralelamente, la participación política de las identidades locales fue en aumento, dando origen al reconocimiento de nuevas personalidades de liderazgo regional y presencia nacional.

5. El regionalismo político.- Plantea cuestiones de mayor trascendencia que comprenden aspectos vinculados a la propia organización del Estado y el sistema político a imponer. Cabe destacar el movimiento del sur Peruano en la década del 20, que desde la clandestinidad de la Logia Federalista constituyó uno de los primeros movimiento en contra de Leguía y su alianza con el capital extranjero. Sobre la base de la Logia Federal se difundieron las ideas descentralistas y en particular las regionalistas, de claro entronque con la corriente reivindicativa del indigenismo.

La propuesta de la Logia se fundamentó en las ideas federativas que reclamaban un Estado propio, diferente al que se conducía desde Lima.
Entre los principales postulados programáticos, la Logia proponía la autonomía regional, la descentralización administrativa y económica, la creación de los Consejos Departamentales de Administración que gobernarían las Juntas Departamentales, apoyo al agro nacional, creación de escuelas para agrónomos en la sierra y la selva, entre otras muchas más. Para su época, la Logia fue un movimiento de cuño moderno y de notable talento organizador, en la medida que supo sublevar a todo el sur y de esta manera contribuir al derrocamiento del dictador Leguía. De un modo u otro, este regionalismo fue cualitativamente distinto, no le interesaba prolongar el pacto gamonal oligárquico, ni mucho menos ponerse en contra de las reformas económicas que modernizaban el país, por el contrario, promovieron un programa lo suficientemente plural que marcó el inicio de una importante participación política nacional en los años de 1930-1936. Sobre la base programática y organizativa de la Logia Federal se constituyó el primer partido de corte descentralista, que fue el Partido Nacionalista Agrario, que contó con las simpatías de los pueblos de Cusco, Puno, Arequipa. Posteriormente cambió de nombre por el de Partido Descentralista, hecho político que ocurrió en la ciudad de Arequipa en el segundo lustro de 1920.
El Partido Descentralista en forma rápida logró colocar a su máximo líder y fundador Samanez Ocampo el frente del gobierno provisional que convocó a la Asamblea Constituyente de 1931. En su corta permanencia en el poder llevó adelante una serie de reformas que consolidaron la situación política de su partido, que obtuvo 33 escaños en dicha Asamblea, los suficientes para introducir en la Carta Política del 33, reformas de corte descentralista como los Consejos Departamentales. De esta forma, el programa de la Logia Federal logró concretarse en parte, sin embargo de lo cual la ausencia posterior de un liderazgo más carismático y de un talento organizador provocaron el declive del Partido Descentralista y su posterior desaparición.

Pese a la escasa institucionalidad de los movimientos regionalistas, éstos constituyen una posibilidad real de modernizar la política y de insertar una corriente verdaderamente renovadora en el Estado.

4.- Los partidos regionales:
Democracia es sinónimo de fortaleza política, por tanto el funcionamiento del sistema democrático se basa en la existencia de instituciones políticas sólidas que permitan el diálogo permanente entre sociedad y Estado. Los partidos políticos modernos son instituciones básicamente programáticas, de amplia representación social y mecanismos democráticos en su funcionamiento interno, cuestiones que debieran ser tratadas en la futura norma de partidos políticos.
Sin embargo, en la escena nacional permanecen dos factores negativos que se retroalimentan. Por un lado, la falta de voluntad política renovadora en los partidos y, por otro, los “independientes” renuentes a la “institucionalización” de su quehacer, obstaculizando el surgimiento de nuevos actores políticos y manteniendo viejos patrones de comportamiento, muchos de ellos similares e inclusive peores que los partidos “tradicionales”, blanco de sus críticas. A ello se añade una lectura inadecuada de la realidad, ausencia de democracia interna y fiscalización de sus representados, que convive con un alto grado de burocratismo y centralismo, que los convierten en oligarquías políticas en crisis.

Sería incompleto encarar la descentralización del Estado, sin que ello vaya acompañado de una reforma en el terreno político partidario, que se convierta en una herramienta de distribución del poder para el desarrollo. La necesidad de descentralizar la política a las regiones y municipios, no está basada en la especulación sino en el largo derrotero de la experiencia nacional-local y la tradición internacional, de la cual podemos extraer cuatro criterios para sustentar el reconocimiento de los partidos políticos locales y regionales.

1. El criterio de heterogeneidad social.- La sociedad nacional está compuesta por diversos grupos que tienen variedad de valoraciones culturales, lazos históricos y visiones en conjunto sobre el progreso, el bienestar, valores éticos, vocación religiosa, etc. En el caso del Perú, desde épocas muy tempranas, “lo andino” estuvo formado por muchos grupos étnicos, cuyas lógicas de comportamiento continúan influyendo en su vida individual y social. Parte de esta sorprendente diversidad ha llegado hasta nuestros días, transformando las raíces étnicas y culturales bajo los efectos coloniales y republicanos, hasta dar contenido a la heterogeneidad regional del Perú contemporáneo.

2. El criterio de la inclusión.- Bajo este régimen político, en el presente siglo, se ha logrado la incorporación de importantes sectores de la sociedad al universo electoral, a través del voto femenino y de los analfabetos. Ambos criterios, inclusión y heterogeneidad, permiten participación de diversos sectores sociales en la vida nacional, lo que no debe restringirse al derecho de elegir sus autoridades locales, sino ampliarse permitiendo la participación en la política del gobierno central.

3. El criterio de participación de las minorías, según el cual el Estado busca resolver el conflicto de representación. No es suficiente asignar una proporción determinada de representantes a las minorías, sino que debe reconocérseles el derecho de formar colectividades políticas y participar en el manejo del Estado. Así, las minorías no sólo gozarían de representación, sino que reivindicarían el derecho ciudadano a participar en forma organizada y colectiva en la vida pública del país.

4. La legitimidad política es un criterio que permite otorgar un reconocimiento jurídico a las diferencias pluri-nacionales, que guarda relación con las corrientes modernas por descentralizar el Estado y propiciar la participación. La legitimidad política en las democracias desarrolladas ha logrado un reconocimiento constitucional expreso. En España, por ejemplo, se reconoce la existencia de un nivel intermedio de gobierno, con autonomía política y económica, situación que faculta que las organizaciones políticas de carácter regional participen en cualquier nivel de gobierno, si esa fuese su voluntad.

Estos aspectos requieren de un contexto jurídico nuevo. Es necesario desarrollar la legislación para reconocer la existencia de las expresiones políticas regionales como parte de un fenómeno de renovación democrática. Las organizaciones políticas regionales y locales muchas veces bajo el disfraz de “lo vecinal” son una realidad que participa periódicamente en las elecciones municipales provinciales o distritales, que gobiernan exitosamente a gran parte de las municipalidades del Perú por medio de los Frentes Políticos o Movimientos Independientes, convertidos en la práctica cotidiana en verdaderas alternativas de respuesta social a los partidos “tradicionales”.Los partidos políticos regionales pueden ser un factor importante de estabilidad y gobernabilidad y establecer una nueva correspondencia política a las preocupaciones y actuaciones de orden nacional, regional y local.

Por lo dicho hasta aquí, el reconocimiento de los movimientos políticos regionales se basa en el ejemplo de las democracias occidentales. Sin embargo, la diversidad regional no es exclusiva de España, Italia los países Balcánicos, Alemania o la Federación Rusa, sino que tiene correlatos más próximos como Colombia, Venezuela o Chile que cuentan con legislaciones que reconocen la participación de los partidos regionales a partir de los criterios antes mencionados. El Perú no puede contentarse con una legislación conservadora en este plano; debe propender a una modernización auténtica de la política como parte de una reforma profunda del Estado.

5. Partidos regionales: un esbozo de la nueva democracia. Esta norma tienen como principal objetivo dar reconocimiento legal de los partidos y movimientos regionales en su justa aspiración de lograr presencia nacional para fortalecer la democracia y establecer mecanismos que permitan lograr mayor legitimidad en la representación de las sociedades regionales y, de este modo, conseguir que el Estado exprese de mejor manera el pensamiento político de la nación.