miércoles, agosto 14, 2013

La Santa Inquisición de la ignorancia: QUIEREN EXTIRPAR EL QUECHUA DEL CUSCO




En los últimos tiempos, los sectores conservadores del país y de la región, vienen impulsando el desconocimiento del quechua, cambiar la bandera de los cusqueños y modificar el escudo que nos representa, para ellos también el Inca Garcilaso es un copión de Blas Valera, mientras que Túpac Amaru es un simple masón y agente del imperialismo inglés. Proponen a cambio el retorno al estandarte de Carlos V, a la heráldica española y hablar el purísimo español; esta campaña la pueden verificar y comprobar en las diversas publicaciones del Opus Dei y varios de los miembros de la “Obra” en el internet; por estas consideraciones, la frase del último inquisidor, no resulta nueva, es una letanía racista contra el quechua, dicen que el cáncer debe ser extirpado para que el pensamiento “abstracto” moderno y contemporáneo sea el dueño de la verdad.

El quechua, su identidad y sabiduría esta de retorno y eso atemoriza a los conservadores, porque piensan que todos son totalitarios y dogmáticos como ellos. Si tienen que pelear con fantasmas lo harán en nombre de la nueva cruzada.

El Torquemada andino, peruano a pesar y seguramente vergüenza suya, señala que la lógica del idioma quechua es paralizante para el pensamiento y el desarrollo hacia un país moderno. Esta tesis que sustenta la superioridad cultural de una sociedad sobre otra, hace tiempo fue superada y resulta anacrónica. La interculturalidad considera que habiendo en la humanidad una diversidad de realidades e identidades, resulta lógica que cada una de ellas emprenda sus vías, caminos y procesos propios y singulares para su desarrollo, en el marco del respeto a la diversidad y universalidad.

El Qheswa Simi es un idioma que tiene miles de años, desde su formación en la civilización andina; en consecuencia cada palabra elaborada es una síntesis que reflejan un momento del tiempo, una forma del trabajo, una circunstancia de la historia, una pequeña parte del conocimiento universal, que poco a poco fue construyendo una cosmovisión y un ordenamiento lógico.

Por ejemplo como parte de la maduración de la lógica o abstracción matemática, lograron sistematizar y conocer el número 0, siglos antes que otras civilizaciones del mundo occidental, con el cual determinaron un conjunto de valores numéricos, aritméticos y geométricos, que fueron utilizados en la ingeniería y la arquitectura para edificar ciudades y santuarios como Machupicchu, Saqsaywaman o Pisac de carácter antisísmico y un sistema hidráulico propio, integrados por una red de caminos, Qhapaq Ñan que atravesó el Tawantinsuyo vertical y horizontalmente el territorio y los pisos ecológicos.

Cada palabra del Qheswa Simi, representa una síntesis del rico proceso de investigación y aplicación de la ingeniería genética y la domesticación de animales y plantas, que permitieron materializar su seguridad alimentaria en diálogo y respeto con la madre naturaleza. En cada frase de nuestro idioma, están reflejados la sabiduría de la medicina, la historia, el pensamiento y la filosofía andina.

La sociedad fue organizada económica y productivamente, a partir de los principios de la colaboración y la redistribución solidaria, la complementariedad y el diálogo entre la naturaleza y el ser humano, en un inmenso territorio de geografía vertical y diversidad ambiental y ecológica.

Físicamente los Andes marcaron el carácter de nuestra identidad y la perspectiva de nuestro desarrollo político, respeto entre estados regionales y pueblos, alianza o confederación como lo fue el Tawantinsuyo, cuando fue fracturado por la presencia del sistema colonial.

Dicen que los qheswas o andinos no crecen, sin embargo el cinturón capitalino hace tiempo que fue cercado por las manifestaciones artísticas y la cultura viva del ande; desde las polladas y parrilladas solidarias para techar casas o ayudar a los enfermos, son expresiones del ayni; los programas de waynos y la cumbia chichera en los grandes medios de comunicación, abren campo a una nueva generación de artistas cholos y cholas que bajan de las alturas.

A pesar de la oposición de los poderes fácticos, que dominan el Ministerio de Educación, se amplía aunque con cierto desgano de la burocracia, la educación bilingüe y la alfabetización en quechua; surgen más convocatorias a la poesía, el relato y la novela, que serán en el corto y mediano plazo, los instrumentos que recogerán el quechua de estos tiempos.

La identidad y el idioma de los nuevos tiempos, reflejara el nuevo rostro del Perú, un país de todas las sangres, sólo que la expresaremos diversa y complementariamente, unos en el qheswa, el machiguenga y el asháninka y por supuesto en el español, el inglés y francés, el alemán y portugués, como ya hablamos en el Cusco por nuestra condición de ciudadanos del mundo, cosmopolitas que viven y con orgullo en la Capital Histórica del Perú.


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