Lic.
Pavel BaylonTicona expresa preocupación por lo que se observa a diario y a
vista y paciencia de las autoridades y funcionarios responsables de la
Dirección Regional de Cultura ahora Dirección Desconcentrada:
“Destruyen
Santuario de SAQSAYWAMAN,
por
falta de aplicación del Plan Maestro”
El
Santuario de Saqsaywaman tiene el mismo valor que Machupicchu, pero sus
instrumentos de gestión están abandonados y sin actualización, poniendo en
peligro el Patrimonio,a manos de invasores y traficantes de terrenos, con
proliferación de construcciones sin legislación y planificación, tampoco tiene
un Plan de Gestión Turística.
El Parque Arqueológico
o Santuario de Saqsaywaman junto a Machupicchu, según muchos estudiosos y
especialistas, es por su importancia como representación arqueológica,
simbolismo, paisajismo natural en el tiempo y el espacio, por sus componentes
materiales e inmateriales, tangibles e intangibles, destino turístico y
académico, uno de los mayores íconos que tiene el Cusco; pero a diferencia de Machupicchu
que ha tenido una mayor atención por parte de las autoridades y población, el
Santuario de Saqsaywaman se encuentra en grave peligro de destrucción, producto
del abandono, la indiferencia y la omisión de su defensa y puesta en valor;
señala en tono de preocupación el Lic. Pavel Baylon Ticona, de nada sirve que
visiten anualmente cerca de 1 millón de visitantes y genere ingresos, de los
cuales poco o casi nada se destina al Santuario, que se encuentra en la propia
ciudad del Cusco.
Teóricamente el Plan
Maestro de Saqsaywaman, existe desde el año 2006, instrumento de gestión que permite
conocer y manejar el contexto del bien cultural, las normas y propuestas de
acción que permitan preservar, conservar y puesta en valor del Santuario de
manera planificada, a fin de evitar la informalidad, la improvisación y las
agresiones de factores internos y externos. Sin embargo se pregunta Baylon
Ticona, cuánto se avanzó que permita señalar sus logros y limitaciones, a fin
de tomar los correctivos como todo proceso.
Los avances en la aplicación del Plan Maestro, se
desarrollaron en el mantenimiento constante frente a los embates de la
naturaleza, producto de los cientos de años de su existencia; el otro avance
del documento, es que se han realizado trabajos e investigaciones académicas de
carácter histórico, biológico y arqueológico, como se evidencia en los informes
existentes.
No obstante, el
Santuario es impactado en su destrucción permanente, por la intervención
directa de los pobladores ubicados en los Asentamientos Humanos y Comunidades
del entorno, que
basados en que no participaron en la elaboración y reactualización del Plan
Maestro, lo desconocen o no le confieren legitimidad, al extremo de que muchos
de los dirigentes de dichos sectores han pasado de la resistencia a la
normatividad a la agresión y judicialización de sus diferencias con los
funcionarios, especialistas y autoridades responsables del Santuario. Las
movilizaciones de los pobladores de Villa San Blas, Tambillo, Yuncaypata,
Wayllarqocha y varios otros, solicitando que se normen y planifiquen su
asentamiento en cuanto a sus servicios básicos como agua y desagüe, el tema de
los residuos sólidos, licencia de construcción, son necesidades reales que
expresan el desencuentro existente; es
claro que junto a este reclamo legítimo se suman también algunos elementos
especuladores y traficantes de terrenos que aprovechan la ocasión para sus
fines.
Lo peor que puede
pasar, es cerrar los ojos antes esta realidad, en los últimos tiempos, existe
poco interés de parte de la Dirección Regional de Cultura ahora llamada
Dirección Desconcentrada, sus autoridades y funcionarios responsables del parque de avanzar y
tener una mayor iniciativa en el desarrollo del conjunto del Plan Maestro y de
sus planes específicos, para resolver los problemas que se originan a diario.
Cuando lo que debería es abordar el asunto de manera transparente, dialogada y
concertada, comenta el Lic. Pavel Baylon.
Otra omisión en la
aplicación del Plan Maestro, es la carencia de un Plan de uso Turístico, que detalle el manejo de la carga y
flujo de visitantes para cada área, servicios e infraestructura por
implementarse, criterios para el manejo de puntos de acceso, servicios de
interpretación, información y señalización, planes y programas específicas para
cada sitio de visita y monitoreo de las actividades turísticas. Esta ausencia
realmente es clamorosa, considerando que el Santuario de Saqsaywaman, llega a
tener una visita de 1 millón de turistas nacionales e internacionales.
Las recomendaciones que
podemos señalar, remata Baylon Ticona son la necesidad de la actualización
permanente del Plan Maestro como prioridad para el presente año y ejecutar la
protección y conservación del Santuario. Un paso importante es seguir con la
Declaratoria de Emergencia de Saqsaywaman, para continuar en la defensa de las áreas de
amortiguamiento y las zonas intangibles del monumento, el mismo que permita
delimitar y definir la extensión y el uso de las tierras de las comunidades o
grupos campesinos que habitan el parque arqueológico para evitar que sigan
construyendo en zonas no autorizadas y evitar un crecimiento desordenado e
irregular.
Se debe fortalecer los
acuerdos con las
asociaciones de artesanos y comité de taxis; la asociación de guías y transportistas,
desplegar acciones con DIRCETUR y Policía de Turismo para tener un plan de
seguridad en zonas alejadas como Amaru Markawasi, Ukukuchayoq o Wayraqpunku,
erradicar a los ambulantes, restringir el acceso de los vehículos informales en
las playas de estacionamiento, avanzar en una ordenanza municipal que regula
las actividades a caballo.
Falta abordar por otro
lado una política de difusión del trabajo en el Plan Maestro en revistas, libros, artículos,
seminarios, congresos, exposiciones fotográficas itinerantes, folletos,
trípticos, actividades como ferias, concursos de todas las artes, con
participación de todos los sectores involucrados en el Santuario.
Lo más importante al
decir del Lic. Pavel Baylon Ticona, es conceder la importancia necesaria al
Parque o Santuario de Saqsaywaman, como un modelo de Gestión y Desarrollo
Patrimonial, al mismo nivel de Machupicchu en el mundo, en la que los cusqueños
como ciudadanos tengamos nuestra responsabilidad colectiva y personal, pero
particularmente los funcionarios.
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